Nadie podría decir que Isabel Preysler es un personaje accesible. Gracias a su distancia con la prensa es que ha formado ese halo de misticismo y encanto que la envuelve. Además, mediante esa estrategia, puede darse el lujo de brindar entrevistas largas y exhaustivas cuando ella lo crea conveniente, teniendo la certeza de que así sus palabras no pasarán desapercibidas para nadie. Eso es lo que ha hecho durante toda su vida, pero desde que Mario Vargas Llosa la acompaña, se ha potenciado.

Para romper con el hermetismo y alimentar su figura icónica, Isabel Preysler ha accedido a tener una entrevista con el portal “El Español” y el resultado ha sido fantástico, quizás porque se ha animado a hablar de dos temas de los que casi no hay registro. Vale recordar que, además de no ser de fácil acceso, la socialité nunca ha visto con buenos ojos la idea de hablar demasiado sobre su vida puertas hacia adentro; pero de vez en cuando se permite una cuota de relajo y deja ver que no es tan distinta al resto de los mortales como parece.

La madre de Tamara Falcó ha dialogado con el citado medio nada más y nada menos que sobre la combinación de amor y política. Definitivamente tiene mucho para decir en ese sentido ya que los señores con los que ha estado siempre (en mayor o menor medida) han ocupado cargos relevantes en la materia. Quizás Julio Iglesias fue el más alejado por su profesión de artista, pero Mario Vargas Llosa llegó a su vida para probarle que efectivamente siente una atracción hacia ese tipo de hombres, y también para darle algunos disgustos.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa no acuerdan en absolutamente todo

Luego de recordar a Carlos Falcó y de manifestar que Miguel Boyer fue quien la introdujo en la discusión sobre diplomacia y cuestiones de Estado, Isabel Preysler confesó que suele discutir con Mario Vargas Llosa por sus diferentes visiones políticas. Todo el mundo sabe que él es un referente de la derecha y que a lo largo de su trayectoria ha apoyado varias causas pertenecientes a esa ideología, mientras que la exmodelo ha optado por mantenerse en una zona más neutral.

“Reconozco que estaba bastante de acuerdo en muchas cosas. Con Mario discuto más”, dijo la oriunda de Filipinas y no hizo falta más para que comprendiéramos con quién se sentía más a gusto a la hora de analizar el mundo. Muy a menudo estudiamos su relación con Mario Vargas Llosa y caemos en la cuenta de que son muy distintos, pero que, de todos modos, hay algo que los mantiene unidos y los hace inseparables. Probablemente el secreto del éxito de ese vínculo está en las diferencias, unas que tampoco deben ser tan irreconciliables porque no hacen más que enriquecerlos a ambos. Más allá de eso, ahora sabemos que Isabel no es tan de derechas como aparenta, aunque su pareja no pueda estar más alineado con esa tendencia.