Cuando las ideas para cocinar no abundan, el tapeo aparece como la opción salvadora; fundamentalmente si estamos en primavera. No es casualidad que este menú sea uno de los más icónicos de nuestra gastronomía y es por eso que prepararlo en casa es tan importante a la hora de aportar nuestro grano de arena para que las tradiciones no se pierdan. Podríamos mencionar decenas de opciones del tapeo, pero las gambas al ajillo son las que siempre enamoran. A continuación, la receta.

Ingredientes para conseguir unas auténticas gambas al ajillo

1kg de gambas

20 dientes de ajo

2 guindillas secas

20 cucharadas de aceite de oliva

Sal

Pimienta

Cómo hacer las mejores gambas al ajillo

El primer paso para obtener unas buenas gambas al ajillo es la limpieza del marisco. Para eso es importante lavar muy bien cada unidad, luego secarla con papel absorbente y finalmente retirarle la cabeza y la cola en caso de que la tengan. Luego sí empezaremos con la receta.

Pondremos el aceite de oliva en una cacerola y allí mismo los dientes de ajo cortados en rodajas finas y las guindillas. Es muy importante que los ajos se doren y desprendan todo su aroma, pero que no se quemen porque entonces las gambas al ajillo estarían arruinadas. Cuando estén dorados los retiraremos (ese es el gran truco de la receta) y más adelante volveremos a incorporarlos.

En una tercera instancia volcaremos todas las gambas en la cacerola, salpimentaremos y mezclaremos para que los sabores se amalgamen. Al cabo de algunos minutos, observaremos cómo los mariscos sueltan sus jugos y entonces pondremos nuevamente los ajos. Cuando notemos que el pescado está en su punto, apagaremos la llama y ya tendremos nuestras gambas al ajillo listas para servir. Les recomendamos que, para mayor disfrute de esta receta, la acompañen con vino blanco y pan. ¡Buen provecho!