La Infanta Elena brilla como pocas veces, el Rey Felipe tendrá que reconocer a su hermana

Finalmente, la Infanta Elena regresó a la vida institucional después de justamente un año, para presidir un acto que, como sabemos, le hace mucha ilusión y para ella siempre es un gusto oficiar cada año. Se trata de la XXXI edición del Concurso de Pintura Infantil y Juvenil para Centros Escolares que tuvo lugar en los espacios del palacio real de El Pardo.

Este encuentro para jóvenes artistas tiene como objetivo vincular a niños y jóvenes con sitios de invaluable valor histórico, como palacios, monumentos, jardines y otros bienes patrimoniales a través de sus expresiones artísticas, según lo señaló en su edición más reciente "Chance".

Es así cómo luego vimos a la Infanta Elena muy sonriente y animada en medio de esta ceremonia de premiación que no dejó de robar miradas y la atención de los medios. Paradójicamente, es en este evento oficial de Casa Real donde más radiante se aprecia a la Duquesa de Lugo y es el único que, junto a los más pequeños, estelariza cada año. Es un gusto poder verla con un semblante distinto al usual, siempre distante y esquivo. En esta oportunidad, el Rey Felipe tiene que reconocerlo, ¡su hermana mayor sí que brilló con luz propia!

De vuelta al evento, el guiño de la Infanta Elena a la entrega de los debidos reconocimientos al talento artístico infantil y juvenil se pudo reconocer en su estilismo. Eligió unos pantalones anchos en color crema con estampado geométrico en camel y negro, a juego con un pañuelo al cuello que restaron sobriedad a su blazer en color negro, del que pendía un bonito maxi broche de libélula. En términos de comodidad, opción que la Infanta Elena siempre prefiere, escogió unas sandalias de cuña que iban en perfecta armonía con el resto de la propuesta.

Una jornada que, sin duda, la madre de Victoria Federica ha disfrutado. Se la vio muy atenta escuchando las interpretaciones de las obras galardonadas, apreció el interludio musical a cargo de una pequeña orquesta de cámara y, al  finalizar el encuentro, no dudó en acercarse a los jóvenes, conversar con ellos y sus representantes y mostrar su imagen más distendida, además de posar junto a los premiados en la tradicional foto de familia.