Desde que el padre de Julio Iglesias fue secuestrado por ETA en 1981, el cantante decidió que lo primero es la seguridad de los suyos. En aquel tiempo lo pasó muy mal. De hecho, al año siguiente de que su padre fuera liberado, Isabel Preysler y sus tres hijos se mudaron a Miami. Ahora, el artista y su actual esposa, Miranda Rijnsburger, han priorizado la seguridad de sus gemelas, Cristina y Victoria Iglesias, impidiendo que se mantengan activas por las redes sociales.

Las hijas del cantante se unieron a la red social en 2017 y, desde julio y agosto de 2021, ninguna comparte su intimidad. Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger prefieren que mantengan un perfil bajo y tomaron sus precauciones con las hermanas. Se mortificaron cuando se supo que pasaron la cuarentena en Bahamas. Por eso hoy el matrimonio no quiere que se filtren datos de su localización y menos después de haber pasado por una situación tan fea con su padre.

Tanta es la preocupación, que Miranda Rijnsburger las acompaña a los eventos que son invitadas, como la gala MET o al exclusivo Baile de Debutantes en París, donde solo asiste un pequeño grupo de jóvenes. Lo cierto es que sus hijas, Victoria y Cristina, muy afectas a la moda y el universo influencer, aparecieron en redes sociales y fue un boom. Victoria Iglesias alcanzó 151.000 y su hermana Cristina, 155.000 seguidores.

Una vida juntos

Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger se conocieron cuando él tenía 47 y ella 25. La holandesa había viajado a Yakarta para trabajar de modelo. Después de la muerte de su padre, hizo un viaje a Santa Lucía en el Caribe y allí un fotógrafo la convenció de que posara en traje de baño.  A partir de ese momento le llovieron ofertas de trabajo. Así que un día del año 1990, estando en el aeropuerto de la capital indonesa, un cúmulo de gente llamó su atención. Era Julio Iglesias con su séquito. Desde ese momento no se separaron.