La derrota de Ainhoa: rumores de reconciliación entre Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina

¿Qué ha sido últimamente de la rutilante novia de Iñaki Urdangarin, Ainhoa Armentia? Después de cinco meses en los que el matrimonio del vasco con la Infanta Cristina se fue al traste y la nueva pareja se pavoneaba por las calles de Vitoria, ya ni se recuerda la última vez que la victoriana fue vista, pero muy recientes han sido los reportes de un sonriente exduque comiendo junto con amigos en Barcelona y un posible acercamiento con su exmujer, evidente durante el pasado domingo con el cumpleaños de la hija de ambos, Irene Urdangarin. ¿Y quién mejor para aclarar los rumores? Pues aunque parezca increíble, para "Chance" no hubo una opción mejor que preguntar a la Infanta Elena al respecto.

Por supuesto, de la boca de la Duquesa de Lugo no salió ni el buenos días, y la verdad es que no es una sorpresa para nadie dado su carácter discreto y evasivo, y mientras, la situación se mantiene confusa, pues aunque Iñaki Urdangarin y Ainhoa siempre han querido pasar desapercibidos, o se les está yendo la mano con el tema de la privacidad o realmente algo ocurre entre la pareja, pero lo cierto es que son continuos los viajes de Urdangarin a Barcelona, podría ser un indicativo de que algo ha cambiado en su dinámica.

Para Iñaki Urdangarin, la carrera en ascenso de su hijo Pablo en el balonmano es la coartada perfecta que justifica sus traslados a la Ciudad Condal y para la Infanta Cristina también, aunque con la variante de que en algunos de estos vuelos desde Ginebra, su benjamina Irene la acompaña, ya que es muy apegada a la familia paterna y tiene a sus amigos del Colegio Francés. Esto podría ser un motivo de diferencias entre el exatleta y su nueva pareja sentimental, pues el tiempo que dedica para reconectar con sus hijos resta tiempo para la relación entre ellos.

Además se sabe que pese a las confirmaciones de diarios como "Informalia" en los que se habló incluso de la renta de un piso en conjunto, este paso nunca se dió: la situación laboral del exduque es muy incierta y tanto su familia como la de Armentia necesitan tiempo para readaptarse a esta nueva relación.

Pues hubo algunos rumores de cierta reticencia por parte de la madre de Iñaki, Claire Liebaert, con respecto a su nueva relación y Ainhoa debía ir despacio con sus hijos de 17 y 14 años, pues la separación de sus padres, aunque amistosa, es un trance difícil de superar, y más aún cuando se da en medio de una situación tan pública como lo fue en los pasados meses.

Pero, sin duda, quien comienza a generar sospechas en su repentino cambio actitudinal, es la Infanta Cristina, con un resurgimiento público casi de proporciones mitológicas, como quien resurge de las cenizas. De fiesta por Madrid, reencuentro con amigos, un semblante renovado, sonriente, que incluso Pilar Eyre delató como posible gracias a la triada sanadora de gimnasio, nueva imagen y ayuda psicológica que nunca falla. ¿De qué va la hija menor de los reyes eméritos? ¿Casualidad? Ya lo veremos.

Mientras tanto, a la tercera en discordia, Ainhoa Armentia, ni se la ve ni se la espera por lo pronto. Su opacidad de los medios dice más que su presencia, pues es mucho lo que se sospecha. Quizás la efervescencia y la ilusión de los primeros momentos ha atenuado ante la presión mediática, familiar y el estancamiento de sus planes conjuntos. ¿Qué espera en el futuro a Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina? Solo ellos lo saben, y sea cual sea el resultado, que sea lo mejor para cada quién.