Sonia Ferrer y Sergio Fontecha, las imágenes más especiales de su gran día

En febrero de 2021 comenzaba a escribirse quizás la más bonita historia de amor que encontraba como protagonistas a Sonia Ferrer y Sergio Fontecha. Ha pasado un año y medio desde aquel día y esos tortolitos decidieron sumar un capítulo a este amor, dando finalmente el “Sí, quiero”.

Era de noche, el reloj marca las nueve y veinte. La escena destilaba romanticismo, era sencillamente perfecta. La lluvia supo darle el marco más emotivo a la ceremonia civil celebrada en “El Patio de Ángela”.

De esta manera, la presentadora y el inspector de la Policía Nacional se convertían en marido y mujer en esta finca madrileña rodeada de encinares y con unas espectaculares vistas de la Sierra de Guadarrama.

Haciendo gala de la puntualidad que la caracteriza, Sonia Ferrer llegaba tomada del brazo de su padre, Josep Ferrer. No estaban solos, pues acompañaba sus pasos un cortejo nupcial de elite, conformado por su hija Laura, sus sobrinos, su poni Toffee, y su perra Duna.

Al ritmo de Can't help falling in love interpretada por Ed Sheeran, desvelaba aquel secreto que con sumo recelo supo guardar bajo siete llaves: su deslumbrante vestido de novia. Se trata de un diseño de “Aire Atelier”, con corpiño de encaje de chantilly y aplicaciones de guipur complementando una falda confeccionada con setenta metros de tul.

Un sueño hecho realidad. Aquello que tanto habían imaginado y proyectado juntos, estaba sucediendo, sin más, ante sus propios ojos. Sonia Ferrer y Sergio Fontecha no podían ocultar aquella ilusión compartida, ni la enorme felicidad que los embargaba en ese momento que, por fin, había llegado.

La comunicadora y el personal de seguridad nacional ponen el sello a aquel amor que llegó cuando menos lo esperaban, tomándolos totalmente de imprevisto, como suelen llegar las cosas buenas y merecidas que luego permanecen por siempre a nuestro lado.

“Me pilló en un momento en que yo estaba bastante convencida de que me iba a quedar soltera, y ni tan mal. Cuando tenía eso asumido, va y aparece, así, para descuadrarme”, confesaba casualmente Sonia Ferrer al presentar públicamente al dueño de su corazón con quien acaban de enlazar sus vidas, gritando por todo lo alto aquel sentimiento tan bonito que les une.