Kiko Matamoros ya está de vuelta a Madrid. Cansado, sin ganas de hablar y con un cambio físico impactante, el colaborador de la televisión arribó a la capital española este lunes, acompañado por dos jóvenes que, apenas se percataron de la presencia de los medios, le colocaron los grandes audífonos que son parte de la producción de “Supervivientes” para evitar los comentarios luego de la expulsión definitiva del reality. 

Después de 10 meses extremos en el capítulo Conexión Honduras del programa de televisión, el colaborador demostró tener una gran resistencia física y mental, pues no solo estuvo apartado de sus comodidades básicas, sino también de su familia, y de detalles tan agradables como esos platillos, que confesó extrañar tanto en sus meses alejados de España. 

“Quiero, en cuanto llegue, seis flanes con nata, seis tartas de chocolate, dos ensaladillas, varias cervezas”, bromeó Kiko Matamoros ante su alegría de reencontrarse con su novia Marta López, a quien más extrañó.

Pocos saben de esta enfermedad de Kiko Matamoros 

Aunque muchos desafiaron al colaborador de la televisión por su desventaja en años con otros participantes, mucho más jóvenes que él, como Anabel Pantoja o Yulen Pereira, la verdad es que, a sus 65 años, Kiko Matamoros ingresó a “Supervivientes” con un aspecto atlético que para nada sería motivo de limitación. 

Aunque las imágenes del antes y después también son reveladoras, más las complicaciones de salud que vivió en sus días en la isla centroamericana, hay un motivo más que pocos conocen sobre su estado físico y que, para él, fue el responsable de su expulsión definitiva del reality. 

No veo por un ojo, tengo un problema importante que me afecta al equilibrio, yo no focalizo como una persona normal. Yo tengo el foco distorsionado. La gente no lo sabe pero yo en el plano no veo. 

Así de honesto y desgarrador se confesó el padre de Laura y Diego Matamoros, en una charla cercana que tuvo con Marta Peñate, horas antes de abandonar Conexión Honduras, de “Supervivientes”. 

En la misma charla, Kiko Matamoros se sinceró al punto de admitir que las veces que resultó lesionado fue por culpa de esa limitación que tienen en su vista, a lo que apuntó que no se trata de rendirse, sino de aceptar su limitación.

No me he rendido pero no había necesidad de hacerme daño.

Antes de su llegada a Madrid, Kiko Matamoros agradeció a la organización de “Supervivientes”, a sus compañeros y al público que siempre le demostró su apoyo durante la participación en el reality.