AMELIA BONO
Amelia Bono y Manuel Martos desvelan el secreto de su segunda oportunidad
La pareja lo comparte por redes sociales.Amelia Bono y Manuel Martos se reconciliaron en junio, justo después de un año, es por ello que ahora celebran todo: el aniversario de bodas, fiesta por aquí, un brindis, salida con los hijos, una siesta, viajes en yate, el festejo del cumpleaños 41 o un bailecito para TikTok. Son felices y no desaprovechan ni un segundo.
La pareja derribó el mito de que las segundas oportunidades no son buenas. Ahora, en compañía de sus hijos, la influencer y el productor musical se fueron a la costa para disfrutar sus vacaciones. Allí, ella posteó un video de sus días ociosos con una copa en la mano y escribió: "Estos atardeceres no tienen precio".
La hija de José Bono también muestra sus distintos looks, además de cómo aprovechan el tiempo en familia y con amigos. Pasean en barco, cocinan juntos y cenan muy contentos. "¡Yo con la ensaladilla y Manuel a la paella!", escribió Amelia Bono mientras enseñaba cómo su marido preparaba el almuerzo. A ella le gusta bailar mucho y suma a sus niños en las coreografías que comparte. "Gonzalo, ¡eres muy grande! Nunca defraudas" o "Segunda parte: ¡el rubito tampoco se queda corto! Muero con él", reza en sus posteos.
Recuperando el tiempo perdido con Manuel Martos
La empresaria madrileña es muy divertida y siempre muestra su lado humorístico en las redes sociales. Hay un video después del almuerzo y dice: "¡Lloro de risa! Mientras unos duermen la siesta, yo maquinando de las mías". Otra de las escenas que ha posteado es el reencuentro familiar en Ibiza. "Con mi Mami y mi Mary. 'Personajas' incondicionales en mi vida ¡Afortunada!", comentó Amelia Bono en la foto que aparece con su madre Ana Rodríguez y una de sus mejores amigas, la bilbaína María Gorostiza.
Amelia Bono dio un giro y le ha dicho al mundo que pudo superar la crisis junto a Manuel Martos. De momento, quieren recuperar las horas perdidas y dar lo mejor de cada uno para que el matrimonio recupere su fuerza, como aquel día que se casaron frente a 600 invitados.