Lolita Flores, más misteriosa que nunca, confirma lo que todos sospechaban

En la madrugada de este domingo, Lolita Flores lanzó una reflexión en sus redes sociales que despertó las alarmas de su destino profesional, debido al tono triste y algo doloroso de sus palabras. 

A la hija de la mítica “Faraona”, se le conoce por su autenticidad y la sinceridad con la que siempre se expresa, es por eso que su mensaje sembró mucha incertidumbre entre su público que, sin importar la hora, respondieron con mucho cariño a Lolita Flores. 

 Me da tristeza enterarme de cosas que no quisiera escuchar. 

De ese modo, Lolita Flores inició su reflexión para luego seguir con la seguridad de que ella ha “sembrado verdad” y tomando esa afirmación como una especie de mantra, la artista dio a entender que confía en que sus buenas acciones serán premiadas por el universo. 

Lo más llamativo es que en su reflexión, Lolita Flores agradeció a Pentaciones Espectáculos, tras manifestar su dolor por “saber que fui utilizada de alguna manera”. La frase da a entender que este engaño surgió en el plano profesional y que, además, ya tiene solución a partir de la propuesta hecha por la productora citada.

 Quien siembra recoge y el que roba las almas paga, el universo se encarga. 

Lolita Flores cerró su mensaje justificando el mismo: “el que pueda dormir con la conciencia tranquila que duerma yo, yo si os lo aseguro , para payasos hay circos”. Más allá de la incertidumbre y el misterio oculto en este mensaje de medianoche, la artista demuestra que su voluntad es más fuerte que cualquier intento por perjudicarla. 

Lolita Flores, la más querida del clan 

La artista está a la cabeza de una de las saga de artistas españoles más emblemáticas. Hija de Lola Flores, llamada “La Faraona” y de "El Pescaílla" Antonio González, tiene una carrera sólida como cantante, actriz y presentadora de televisión. 

Su popularidad es tal que en su matrimonio con el argentino Guillermo Furiase tuvo que celebrarse a puertas cerradas, en el despacho del cura, debido a la cantidad de gente que se agolpó en la Iglesia de la Encarnación de Marbella, en Málaga.