SIGNOS DEL ZODÍACO
Acuario y Piscis, los dos signos del zodíaco que vale la pena tener lo más cerca posible
La reflexión y la observación rige las vidas de algunos cuantos privilegiados.La vorágine del mundo actual nos impide detenernos a analizar los aspectos realmente importantes de la vida. Por eso, en la actualidad cuando hablamos de inteligencia, ya no solo nos referimos a aquellas personas que son capaces de resolver problemas matemáticos en segundos, sino también a quienes tienen la habilidad de poner pausa para reflexionar y contemplar. Definitivamente, hay algunos signos del zodíaco que entran en esa categoría.
Sagitario es el primero de la lista, un elemento que se caracteriza por su necesidad constante de querer saber más sobre la vida. Los asuntos privados de la otra persona no le interesan en lo más mínimo, pero sí las aventuras y el conocimiento que estas puedan darle. Creen firmemente que siempre hay algo más por descubrir y que el mundo no se termina en lo que ven.
PISCIS es otro de los signos del zodíaco que no podemos dejar de mencionar. Siempre y cuando sea capaz de dejar a un lado su extrema sensibilidad, es un gran compañero para reflexionar. Suelen ser muy conscientes de la idea “del todo” del que formamos parte y son grandes aliados cuando nos sentimos solos y necesitamos comprensión. Saben ver la vida en perspectiva y acompañan como verdaderos maestros.
ACUARIO es otro gran sabio y se caracteriza por la profundidad con la que piensa. Persigue constantemente la libertad y actúa en consecuencia. En su mente no hay apegos ni estructuras cerradas y cuando se pone en modo pensativo es posible que escriba sus ideas ya que necesita descargar su actividad mental a un plano más tangible.
Ya vemos que siempre los signos del zodíaco se diferencian por rasgos distintivos que responden a la fecha en la que nacemos. Hay quienes prefieren las reuniones sociales y otros que nada disfrutan tanto como la casa en soledad. Hay quienes prefieren la acción antes que la reflexión y, por supuesto, ninguno es mejor o peor que otro; simplemente diferentes.