La Infanta Cristina se somete a una cirugía, el cambio físico que nadie se esperaba

La nueva vida de la Infanta Cristina apunta a cambios radicales. La hija del Rey Juan Carlos ha tenido que atravesar la presión de los focos mediáticos desde que anunció el cese temporal de su matrimonio con Iñaki Urdangarin; ambos han tenido que mantener una buena relación por el bien de sus hijos e incluso han pospuesto su divorcio por esperar que la hija pequeña del matrimonio, Irene, cumpla la mayoría de edad.

Mientras tanto, Doña Cristina se ha mantenido enfocada en sus compromisos profesionales, y en la serie de viajes que le ha exigido su compromiso como directora del Área Internacional de la Fundación Bancaria la Caixa. En este contexto, era de esperarse que los cambios vinieran notándose. 

Recientemente, hemos conocido que la Infanta Cristina se ha sometido a una cirugía para corregir sus cataratas y presbicia, el procedimiento tuvo lugar en la clínica Teknon de Barcelona. La revista Lecturas hace referencia a que el cambio de la Infanta Cristina se debe a que quiere dejar de usar lentes, ya en una anterior oportunidad también se había sometido a un procedimiento para quitar la verruga de su nariz. "Quiere dejar atrás su peor época, la de una mujer solitaria, con mascarilla y gafas de lectura", comenta la publicación junto a una fotografía de Doña Cristina en la que recurre al uso de lentes para revisar su celular. 

Las cataratas y presbicia puede ser un problema natural del ojo, pero la Infanta Cristina ha querido librarse de esta condición y así prescindir del uso de gafas. Estas dos condiciones hacen que sea imposible ver bien de cerca, y específicamente en el caso de las cataratas, hace que el cristalino del ojo se endurezca y pierda su transparencia.

La Infanta Cristina ha corregido estos dos defectos en un mismo procedimiento. La cirugía da como resultado la especie de una nueva lente con la que es posible enfocar cualquier distancia sin usar las gafas. La intervención de la madre de Pablo Urdangarin duró alrededor de 10 o 12 minutos y no requirió ingreso hospitalario.