Jaime Ostos falleció hace poco más de un año de manera repentina mientras estaba de vacaciones en América Latina. Quienes lo acompañaron en aquel momento aseguraron que no había sufrido en lo más mínimo, lo cual llevó algo de consuelo a sus deudos. Sin embargo, Mari Ángeles Grajal todavía no puede adaptarse a la idea de tener que vivir sin el gran amor de su vida.

El pasado 9 de enero, la empresaria realizó una misa por la memoria de su difunto marido. La celebración tuvo lugar en Sevilla, ciudad natal de él, y allí se dieron cita importantes personalidades del sector. Mari Ángeles habló ante la prensa para ser fiel a su estilo y llamó poderosamente la atención que Gabriela y Jaime Jr. fueran parte de los asistentes mientras que sus hermanos no.

Mari Ángeles Grajal aseguró ante los medios que su relación con los hijos de Consuelo Alcalá era fluida y que entre todos ellos había un gran apoyo mutuo. No obstante, con el correr de las horas, más voces se han sumado a la contienda y hay que decir que la viuda del maestro no ha salido muy favorecida, ya que su versión de los hechos es diametralmente opuesta a la planteada por Gabriela.

Mari Ángeles Grajal no encuentra puntos de unión con los hijos de Jaime Ostos

Según ha informado el portal 20 Minutos, Gabriela está enfadada con Mari Ángeles Grajal por haberse llevado los restos de Jaime Ostos a otro sitio sin previo aviso. Desde su perspectiva, en aquel encuentro no reinó tal cordialidad y no puede dejar de percibir que podría haber algunas malas intenciones en el accionar de la oriunda de Villanueva del Campo.

A lo mejor, para ellos sí ha sido cariñoso, pero para mí no.

Cuando Gabriela tuvo que referirse a Mari Ángeles Grajal, evitó pronunciar su nombre y se limitó a llamarla “la mujer” de su padre. Ese simple, pero contundente, gesto habla a las claras de que las relaciones familiares no están bien y que la paz podría terminarse en breve. Seguramente, el andaluz siempre intentó que, tras su partida, las personas que más amó no se desconocieran, pero ahora ya no hay nada que pueda hacer al respecto.

No sé ni dónde van a estar sus cenizas ni dónde las van a poner.

Un ícono de la tauromaquia

Jaime Ostos fue un torero destacado entre la década de 1960 y 1970. En una ocasión, salió por la puerta grande de Las Ventas y se retiró formalmente en el año 2003 con un homenaje a su trayectoria.