Parece mentira que Lola Flores ya no esté entre nosotros, sencillamente porque su impronta sigue muy presente. Era una mujer con pensamiento futurista, en su tiempo se atrevió a tener apreciaciones de avanzada sobre los derechos y sobre muchos tópicos que eran considerados tabú. Sin lugar a dudas, fue, en parte, responsable del mundo en el que vivimos hoy y por eso nadie puede dejar de recordarla.

El pasado 21 de enero la artista hubiese arribado a la edad de 100 años. Si bien es cierto que nunca se ha necesitado nada especial para homenajearla, en esta fecha tan especial todo el mundo se ha hecho tiempo para traerla al presente. Y es que no era necesario pertenecer a su círculo íntimo para tener una anécdota con ella como protagonista, ya que era cercana incluso con quienes no la habían visto jamás en vivo.

Carlos Herrera, en su segmento, es uno de los periodistas que le ha dedicado un momento a la madre de Antonio. Él y todos sus compañeros de mesa le dedicaron algunas palabras, pero el momento de mayor atención se lo llevó una oyente que se animó a relatar una historia que casi nadie conocía, pero que es típica de ella, de modo que enseguida quienes escuchaban creyeron el relato.

La prueba de que a Lola Flores la podían las fiestas

Según la oyente, a mediados de la década de 1980, “La Faraona” disfrutaba de la Feria del Caballo. Estaba tan entusiasmada con los festejos que no se rendía ante el avance de las horas y fue entonces que tuvo lugar una escena icónica. Lola Flores fue introducida a un taxi por quienes la acompañaban, pero ella se escapó por la otra puerta. Tras varios intentos, finalmente se quedó dentro porque sus asistentes le impidieron la salida.

Dos personas se tuvieron que poner a cada lado para impedir que saliera por alguna de las dos puertas.

La intérprete de “Pena Penita”, evidentemente, no era consciente de que ya eran las 4 de la madrugada, o bien no le interesaba el reloj. Se lo pasó estupendamente y no quería cortar esa buena energía, pero evidentemente quienes la acompañaban sabían que tenían que decidir por ella en determinadas circunstancias. Por supuesto, la oyente de la radio no debe haber sido la única que la vio y eso habla a las claras de lo poco que le interesaba a Lola guardar las formas de cara al público.

No hay otra igual

Desde que Lola Flores partió, son muchos los que intentan encontrar a su sucesora. Rosalía es el nombre que más resuena en ese sentido, aunque con un estilo totalmente renovado.