Íñigo Onieva tuvo que soltar cada una de sus deslealtades para lograr el perdón de Tamara Falcó

Como anunciaban los gurús del amor, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han vuelto. Tras algunos vaivenes, la pareja confirmó la noticia e inmediatamente la revista de cabecera del clan Presyler publicó una exclusiva que detonará en cientos de titulares que vendrán muy bien a la prensa rosa en esta época del año. 

Como si se tratara de una estrategia cómplice entre madre e hija, la Marquesa de Griñón admitió que cedió una segunda oportunidad a Íñigo Onieva después de los muchos intentos del empresario por recuperar su amor, un sentimiento que no dudó en sostener, pese a los dedos acusadores por su infidelidad. 

La novedad es que, más allá del affaire del "metabeso" —como muchos bautizaron a la deslealtad más pública del hijo de Carolina Molas—, la prensa rosa ha desvelado que no se trató de la primera, al parecer Íñigo Onieva tuvo más de un desliz durante su historia de amor con Tamara Falcó. 

Aunque suene difícil de creer, hay decisiones que solo son posibles cuando hay amor, y todo indica que entre estos tortolitos es lo que sobra. El perdón triunfa, como símbolo de amor y por qué no, también de fe, si se toma en cuenta el desarrollo de los últimos acontecimientos. 

En "El programa de Ana Rosa" fue Leticia Requejo quien se encargó de desvelar los entresijos de la llamada "conversación del perdón", la cual acapara los principales titulares de la prensa española, liderada por "¡Hola!" y su tapa que muestra la felicidad de aquellos días que ahora está por volver. Un guiño de que muy pronto empezarán a circular las fotos exclusivas de los novios. 

Lo que sí sabemos es que él se derrumbó y Tamara le creyó todo lo que le contó.

Dicha conversación ocurrió antes de las navidades, cuando, ante la insistencia del empresario, la Marquesa le habría pedido que fuera totalmente honesto en cuanto a las deslealtades durante la relación de dos años que mantuvieron. Para la periodista, se trató de una pregunta superválida que dio los frutos esperados, en sus palabras: "Íñigo Onieva se derrumbó, le confesó que no había sido el novio perfecto y que hubieron más deslices". 

A diferencia de otras reacciones, Tamara Falcó también se quebró ante la honestidad de su exprometido, hizo memoria de sus propias sospechas y tomó el gesto como una verdadera prueba de amor y confianza. Valores que la hija de Isabel Presyler considera fundamentales para construir una familia, como lo ha hecho saber en muchas de sus declaraciones públicas. 

 Tamara Falcó se quedó en shock.

Aunque Tamara quedó consternada con la confesión de su amado, lo que vino después fue el acto del perdón. Recordemos que fue durante la misa de Gallo, en Nochebuena, que la pareja fue vista en la parroquia de la calle Gavilanes tomando la comunión, además de abandonar el recinto sagrado en el mismo coche, una evidencia que no pudieron ocultar. 

Desde ese momento, la teoría de la reconciliación fue tomando forma, hasta que la bomba de la Reina de corazones arropó los titulares, como una estrategia armada antes del anuncio oficial. Eso dirán muchos, la realidad es que la madre de la Marquesa no estaría del todo satisfecha con la decisión de Tamara, un gesto que se repite en la relación que ambas mantienen de cara a la prensa. 

Las trampas del amor

Fue en septiembre, semanas después de anunciar su compromiso, que la pareja rompió como consecuencia del affaire de Íñigo Onieva y la negativa de Tamara Falcó de perdonarlo. A tan solo tres meses, la decisión se da vuelta y la posibilidad de llegar al altar también aparece de nuevo.