Mario Vargas Llosa no atraviesa su mejor momento, el anuncio del final de su relación con Isabel Preysler llega como un cimbronazo que desató un sinfín de rumores que dejan al escritor en una situación muy incómoda, donde los celos y las discusiones se habrían hecho dueñas de la cotidianeidad de la pareja.

Kiko Matamoros es uno de los colaboradores que sostiene que, tras la decisión de la socialité, hay un hartazgo que en más de una oportunidad la obligó a vivir situaciones límite donde sus compromisos laborales se derrumbaban por las exigencias del autor de "Conversación en la Catedral".

El novelista fue concreto en cuanto a su egreso a París y, si bien respaldaba las palabras de Isabel Preysler a la hora de revelar el final de su historia de amor, desmintió los motivos que circulaban, pues nada habría tenido que ver con su personalidad o con el vínculo que durante años construyó junto a la filipina.

Kiko Matamoros pone las cartas sobre la mesa

En las últimas horas, fue Belén Esteban, compañera de Kiko Matamoros, quien le advirtió sobre los pasos que el ganador del Premio Nobel de Literatura podría tomar en contra del colaborador, si no se retracta de sus dichos. Y aseguró que no le temblará la mano a la hora de llevarlos a la Justicia.

Mario Vargas Llosa y su hijo no van a consentir que nadie esté hablando cosas de celos enloquecidos, contigo Kiko, están enfadados por lo que has dicho y, si esto sigue así, son capaces de denunciar.

Muy lejos de lo que se esperaba, Kiko Matamoros redobló la apuesta y desveló detalles de otra de las supuestas escenas en la que Mario Vargas Llosa estalló al ver con quien compartía mesa Isabel Preysler en una boda a la que él no pudo asistir, en Portugal.

Se publican las fotos de la boda y ve quién está sentado al lado de Isabel en la mesa, algo con lo que ella no tiene nada que ver. Le monta un pollo de celos otra vez más y llama a la madre de la novia a pedirle responsabilidades.

Mario Vargas Llosa tiene mil frentes abiertos

En medio de su ruptura con Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa se enfrenta a la presión mediática que busca conocer los detalles que llevaron a la expareja a tomar esta decisión tras ocho años de relación.