El próximo 5 de abril se cumplirán 27 años del fallecimiento de Encarna Sánchez, la comunicadora de radio y televisión más importante de España en las décadas de los 60 y 70. Hasta el día de hoy su herencia y la fortuna que desapareció tras su partida continúa siendo un total misterio, del cual en el libro Encarna en carne viva se intenta aclarar el panorama. 

Pedro Pérez, el periodista y mano derecha durante más de una década de la locutora, junto a Juan Luís Galiacho son los creadores del material bibliográfico que intenta desenmascarar a quienes se quedaron con parte de la fortuna que tanto le costó tener a la almeriense en sus años de trabajo, pues sin duda, la primera persona señalada es, nada más y nada menos que, Clara Suñer. 

El misterio de la gran parte de la herencia de Encarna Sánchez

Fue en 1979 cuando Encarna Sánchez, redactó un testamento provisorio donde su madre, Encarnación Giménez López, sería la heredera de su patrimonio y Clara Suñer, su confidente, sería la nueva “sustituta vulgar” mientras la comunicadora estaba viviendo en México por causa de fuerza mayor. No obstante, al parecer, en sus últimos días no recordó aquella redacción y al morir su progenitora, la actriz se quedó como la poseedora universal. 

“De la mansión de Encarna en la privilegiada urbanización de La Moraleja, de otras propiedades, pero apenas escaso dinero en cuentas bancarias”, señalan desde Libertad Digital, donde también se hace referencia a la siguiente jugada de Clara Suñer en su afán de heredar mucho más que los dos millones de pesetas que contaba Encarna Sánchez: “Aconsejada por dos administradores de la propia locutora, se deshizo de tales inmuebles, aun a costa, parece, de perder en el envite bastante dinero, si se tiene en cuenta su auténtico valor de mercado”. 

Sin embargo, la íntima de Encarna Sánchez no fue la única que pudo gozar de los privilegios que la locutora tenía, ya que el medio mencionado a través de lo redactado en el libro Encarna en carne viva logró desvelar que Nuria Abad Sentís, su secretaria, recibió apartamentos, joyas y hasta podría ser una de las personas que lograron recibir una porción de la herencia, pues hasta el momento se desconoce ese dato. 

Así también, Mila Xíménez en su momento fue agasajada por Encarna Sánchez con numerosos regalos costosos y hasta una mansión en cercanía al domicilio de la periodista. Pero, al igual que con Nuria, no trascendió si en el último testamento estaba destinado un porcentaje para la presentadora. Por su parte, Isabel Pantoja, con quien se cree que mantuvo algo más que una amistad con la locutora, corrió con otra suerte, ya que “los gestores, administradores del patrimonio de Encarna Sánchez fueron Gerardo Cordero Feo y Pedro Bonilla Rodríguez, a los que ella otorgó los poderes necesarios para disponer de cuanto ella tenía”. 

Si bien en estos casi 27 años de la ausencia de Encarna Sánchez existieron muchos rumores sobre el destino de su dinero y quienes son realmente los beneficiarios de su herencia, hasta el momento se desconoce qué pasó con los 43 millones de pesetas que desaparecieron de sus dos cajas fuertes después de su fallecimiento. No obstante, sí trascendió que días previos a su partida, la comunicadora decidió sacar su dinero que tenía en los bancos de Suiza y Mónaco. 

El adiós a una gran comunicadora

Encarna Sánchez falleció el 5 de abril de 1996 en Alcobendas tras luchar mucho tiempo contra una enfermedad fulminante: el cáncer. La locutora sufrió una metástasis hepatorrenal por el tumor de pulmón que fue diagnosticado cuatro años atrás.