Un 16 de abril de 1973 falleció Nino Bravo, a casi 50 años de su partida quedan algunos misterios sin resolverse sobre la figura mítica del músico que abandonó este plano a sus prematuros 28 años, cuando su carrera recién despegaba. 

Todo sucedió cuando el músico conducía su coche rumbo a Madrid, en compañía de sus amigos del Dúo Humo, lo que sucedió previo al impacto sigue generando muchas dudas respecto a los últimos minutos de vida de Nino Bravo. 

Uno de los grandes misterios, medio siglo después, es que el BMW 2800 color blanco sigue dado de alta en Canarias, localidad costera en la que el cantante compró el auto, meses antes del accidente que le arrebató la vida. En su corta vida, Nino Bravo tuvo una afición por los coches de alta gama, siendo un Seat 124 Sport 1600 y un Mercedes W110 190D los que tuvo antes de este que lo condujo directo a su trágico final. 

La versión más extendida es que el auto fue comprado de segunda mano, en las cercanías del club de fans del músico en la isla de Canarias. Que el auto estuviera con averías es una interrogante que nunca se resolvió, pues luego del accidente quedó prácticamente destruido y abandonado en la carretera, mientras los esfuerzos estaban puestos en salvar la vida de Nino, el guitarrista José Juesas Francés y sus colegas musicales del Dúo Humo. 

Un misterio de cuatro ruedas 

Como mencionamos, el auto quedó por muchos días abandonado en la ruta hasta que fue recogido y llevado hasta un taller en Valencia, sin embargo nunca se dio a conocer si se hizo una investigación sobre el estado del BMW, inclusive el hecho de que su registro siga vigente en los archivos de Canarias, es realmente una pista sin resolver, mucho más tratándose de una propiedad comprada por Nino Bravo. 

La versión de los sobrevivientes al accidente confirmó el minuto a minuto de los hechos. Mientras el músico intentaba dar la vuelta a un casete, giró para responder a una pregunta de sus amigos y ahí perdió el control sobre el volante, provocando un vuelvo sobre la carretera que terminó en muerte. 

Como si se tratara de una película de terror, Nino Bravo perdió la vida mientras escuchaba música y conversaba con sus amigos de una manera que muchos podrían tildar de ingenua y, al mismo tiempo, misteriosa. A 50 años tampoco hay chances de retomar las pericias en relación al estado del auto, pues el taller al que fue llevado cerró de manera sospechosa, mientras que la sociedad anónima que figuraba como titular del auto dejó de existir. 

El Bravo Nino 

Luis Manuel Ferri Llopis es el nombre de pila del cantante nacido en la localidad Malferit de Valencia, de chico tuvo una infancia bastante limitada económicamente, tanto así que empezó a trabajar en temprana edad en un taller de joyería. Su éxito musical llegó en su segunda década de vida cuando empezó a cantar en clubes nocturnos hasta conocer al fundador de la revista "Mundo Musical" que sería su manager hasta el momento de su muerte. 

Gracias a este manager, Luis Manuel, como se hacía llamar hasta ese momento el cantante encontró el nombre definitivo que lo llevaría a la fama. Por un lado, el representante valenciano aplaudió la idea original del músico de llamarse Nino, pero fue un paso más adelante y tras analizar el tono de su voz, lanzó "Bravo", como rasgo característico de su canto. Desde ese momento nació Nino Bravo. 

Cuenta una anécdota popular que justo un mes antes del adiós del cantante se presentó en Parador 73, en lo que sería su último show en vivo, al cierre del concierto, el público gritó "¡Bravo!", un grito que hasta el día de hoy se escucha en los corazones de los que pudieron ser testigos de esa época de oro de Nino Bravo.