Tita Cervera, las tres historias de amor que marcaron su vida

El amor parece no tener más lugar en la vida de Tita Cervera. Después de una historia marcada por engaños, pérdidas e insatisfacciones, la Baronesa prefiere preservar los momentos más felices, aquellos que la llenaron de mucha ilusión y también la mantienen activa, como una de las mujeres más respetadas de España. 

A la Baronesa Thyssen parece no importarle tanto salir en titulares relacionados con la prensa del corazón, en los últimos años la vida de Tita Cervera es más conocida en fundaciones e instituciones relacionadas a la promoción de las artes, un legado que heredó de su último esposo, de quien además también tomó el título real que acompaña su nombre. 

Mucho antes de eso, Tita Cervera conquistaba las revistas cabecera de la moda en el país, recordemos que su primer gran salto a la fama fue como participante de Miss España en 1961, después de ese primer título se formó como actriz, esa curiosidad hizo posible que flechara al mítico actor que interpretó las primeras versiones de Tarzán, con él llegó al altar y de ese modo se inauguraba su historial más fogoso en cuanto a relaciones amorosas se refiere. 

Lex Barker, su primer gran amor

Ser el intérprete del "hombre de la selva" era algo que tentaba a Tita, como cualquier fan ella se acercó al actor apenas lo vio en el aeropuerto de Roma y lo que comenzó como una petición de una foto acabaría en matrimonio. No solo Lex Barker era un joven apuesto y atractivo, ella también tenía muchos ingredientes para conquistar su corazón. 

En mayo de 1965 los tortolitos se casaron, para Tita Cervera fue su primer matrimonio, mientras que para el actor se trataba del quinto. Por casi 10 años el amor se mantuvo intacto, hasta que un infarto se llevó al mítico Tarzán. La entonces modelo y actriz enviudaba por primera vez. 

Pasión con tintes caribeños 

Pocos años después el productor de cine venezolano Espartaco Santoni se convirtió en la nueva ilusión de la ahora Baronesa, en una pasión desmedida, la pareja se casó en Nueva York en los primeros años de idilio que los mantuvo muy felices juntos. 

Sin embargo, no siempre la postal caribeña es la mejor. El productor resultó ser un vividor, no solo cayó en prisión sino que además abandonó a Tita luego de que ella pagara una enorme cantidad de dinero para lograr su libertad. La pérdida sentimental fue proporcional a la financiera, pues la modelo quedó prácticamente en bancarrota luego de la huida del venezolano. 

Barón Thyssen al rescate 

Tras un desliz de pocos meses con Manuel Segura, hombre del que poco se sabe, Tita Cervera quedó embarazada. Sin recomponerse del todo después de anular su matrimonio y hacer frente a su nueva situación económica, la mujer que para entonces daba sus primeros pasos como curadora de arte conoció al Barón Thyssen, el milagro que hasta ahora la mantiene en vida. 

Enamorada nuevamente, Tita Cervera tuvo a su primer hijo en julio de 1980 y por mutuo acuerdo entre Manuel Segura y el mismísimo Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, el primogénito llevaría el apellido de su nueva ilusión, además del título nobiliario que conserva hasta hoy como Borja Thyssen. 

Cinco años después del nacimiento de Borja, la modelo llegaba al altar por tercera vez, en Inglaterra. La vida con el Barón le trajo muchas recompensas, puesto que él también tenía un marcado gusto por el arte y las galerías más exclusivas del mundo, tanto así que durante los años de la relación, ambos se encargaron de alimentar una fortuna patrimonial que es de las más altas en España. 

En 2002 el luto llegaría nuevamente a la vida de Tita Cervera, su esposo fallecía a causa de una apoplejía, dejándola por segunda vez viuda pero con un título que hasta la fecha la posiciona en los mejores lugares del arte mundial. 

La heredera del Barón

A más de 20 años, Tita Cerveza es la gran heredera del Barón Thyssen, manteniendo su noble título, además del gusto exquisito por el arte. Pese a los 22 años de diferencia que se llevaron en vida, a la vista de todos fueron una pareja sólida y fuerte, mucho más luego del gesto del empresario en reconocer y darle su apellido al único hijo biológico de la coleccionista de arte, título que mejor ostenta por estos días la respetada Baronesa.