El matrimonio conformado por Tamara Falcó e Íñigo Onieva ultima detalles para mudarse al piso con el que cuentan en Puerta de Hierro, al que han sometido a casi tres años de remodelaciones y en el que echaron a rodar una gran idea para proteger la intimidad de su hogar.

Aunque suene un tanto contradictorio, puesto que la Marquesa de Griñón, especialmente, ha hecho de su intimidad una empresa que sostiene su estilo de vida, en las últimas semanas ha puesto énfasis en algunos detalles que, por lo pronto, le permitirán alejarse de los paparazzis que pretendan inmiscuirse en su territorio familiar.

Afines a los lujos, incluso antes de conocerse, Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que se casaron este verano en Madrid, ya tendrían listo el ático que ella compró en 2020 y al que le han puesto tanto empeño que no quedó rincón sin personalizar. Pero recientemente se supo que uno de los últimos sectores en donde estuvieron en obras fueron, precisamente, los balcones de la residencia ubicada a cinco minutos de la casa de Isabel Preysler.

La genial idea que tuvieron Tamara Falcó e Íñigo Onieva, para escapar de los paparazzis

Un reportaje fotográfico publicado recientemente por la revista “Vanitatis” permite ver en detalle las últimas modificaciones a las que fue inmerso el lujo ático ubicado en las cercanías de la urbanización de Puerta del Hierro.

Ocurre que la socialité ha decidido remozar la parte exterior de su hogar con una densa vegetación, que impide a los fotógrafos conseguir imágenes de la parte más visible de su propiedad privada.

Según un reporte de la periodista Beatriz Cortázar para el programa "Y ahora Sonsoles" (Antena 3), Tamara Falcó tiene previsto mudarse a su nuevo hogar junto a Íñigo Onieva durante noviembre, por lo que las decoraciones con plantas y arbustos han sido uno de los últimos detalles en los que se detuvo la flamante pareja.

La misma publicación recuerda que la colaboradora de "El Hormiguero" (Antena 3) había empleado una estrategia similar durante su fiesta de preboda, que se celebró en el Hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid. Durante ese evento, el jardín del lugar, cuyo acceso se encuentra a nivel de la calle, vio cómo sus verjas fueron cubiertas con una gran lona oscura con estampado de hojas y plantas.

El arduo trabajo en el ático impidió que Tamara Falcó se mudara antes y para lograr un espacio acogedor contrató a una reconocida diseñadora de interiores, a la que le encargó la casa de sus sueños, con piezas y recuerdos traídos del Palacio El Rincón, la última residencia de Carlos Falcó, su padre.

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