La nostalgia, el amor incondicional y una etapa que ha marcado su vida. Eso y mucho más representan sus primeros años de vida para Belén Esteban, que recordó alguna de las anécdotas de sus días en San Blas, en una entrevista con Alberto Herrera, que tuvo momentos de llanto.

Si pudiera, Belén Esteban sabe que aceptaría un viaje al pasado. Al menos eso le confesó a Alberto Herrera en "La Copa", luego de asegurar que “daría todo por volver a mi infancia".

En ese sueño imaginario, la colaboradora reconoció que lo haría sin dudarlo, para poder reencontrarse con Francisco Esteban, fallecido en 2006, cuando apenas había cumplido los 65 años.

Belén Esteban recorrió junto a Alberto Herrera sus primeros años en el barrio madrileño de San Blas, en donde compartió los mejores momentos junto a su padre, su madre, María del Carmen Menéndez, y su hermano. Luego contó que eran una familia muy humilde y que María del Carmen Menéndez solía ir a una casa de empeños, para que sus hijos no se quedaran sin regalos en Navidad.

La infancia de Belén Esteban, contada por ella misma

Fue en ese momento cuando el periodista relató una anécdota que, además de dejar sorprendida a la exSálvame la emocionó: Belén Esteban pensaba que las personas que trabajaban en la casa de empeño eran ayudantes de los Reyes Magos. Hasta que un día, acompañó a su madre a ese almacén y al volver a casa se dio cuenta de que ya no llevaba ni el collar ni el anillo que se habían encontrado por el camino.

“Me has hecho llorar, ¿vale? Qué bonito, me ha encantado, me ha gustado un montón y es como lo has contado. Sí, varias veces he ido con mi madre a la casa de empeños y una vez se encontró un anillo, sí”, reconoció Belén Esteban, que luego soltó “me ha encantado, de verdad. Bueno, mi madre estará ahora llorando como una madalena, te lo digo. No me lo esperaba. Hoy me voy a ir de aquí llorando”.

Durante la extensa entrevista se contó además que el padre de la princesa del pueblo era pintor de casas y que su madre trabajaba limpiando en unas galerías comerciales y en el Colegio Casa de la Virgen. Eso le permitió a la mediática completar sus estudios y conocer a Sor Mercedes, quien definió como “mi monja. La he querido como a mi madre. Me llevaba a todos los lados mientras mi madre limpiaba. La gente dejaba ropa y ella siempre buscaba lo mejor para mis hermanos y para mí. Sor Mercedes ha sido un pilar enorme para nosotros”.

Siguiendo con su relato, Belén Esteban definió a su familia como “muy normal y muy trabajadora”, para luego señalar que “mis padres han trabajado muchísimo para sacarnos adelante y yo recuerdo a mi familia muy feliz. Íbamos de vacaciones a Benidorm en el Simca de mi padre y mi madre iba con la olla express. Nos quedábamos en un apartamento que alquilaban. Después se pudieron comprar una casita allí, que es donde vive ahora mi madre”.

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