Después de un octubre convulsionado para la Familia Real, en el que la Princesa Leonor se convirtió en la heredera del trono, todo parece indicar que la Reina Sofía ha tomado la decisión de entregar su legado a las nuevas generaciones, por lo que ya tendría lista la distribución de sus joyas, que recaerán en sus tres hijos y en la Reina Letizia.

La transmisión de las joyas y reliquias de generación en generación es una de las tradiciones más arraigadas en las Casas Reales, algo que a pesar del paso del tiempo se ha quedado impregnado en la mayoría de las Familias Reales. Y la española no pretende romper la regla.

Al menos así lo dejó entrever este fin de semana la revista ¡Hola!, que ha publicado un artículo en el que, presuntamente, desgrana una decisión que la Reina Sofía habría venido meditando desde hace mucho tiempo: legar su patrimonio en vida.

Esto permitirá que todos sus descendientes puedan lucir su delicada colección de diamantes, esmeraldas, rubíes, zafiros y perlas, que ha acumulado durante los más de 60 años de matrimonio con el Rey Juan Carlos, producto de regalos y, en muchos casos, heredadas de la Monarquía.

¿Cómo distribuirá sus joyas la Reina Sofía?

De acuerdo con la publicación de ¡Hola!, la Emérita tendría resuelto repartir buena parte de su colección entre la Infanta Elena, la Infanta Cristina y el Rey Felipe. También se verán beneficiados sus nietos, sin distinción de género. Lo que no se sabe puntualmente es qué joya pasará a qué manos.

Sí está claro, por ejemplo, que las más excepcionales seguirán la tradición de pasar de Reina a Reina, por lo que estarán destinadas a la Reina Letizia y a la Princesa Leonor, que las podrá lucir cuando asuma el trono que hoy ocupa su padre. Eso también es parte de la tradición.

¿Cuáles serán las joyas que heredera la Princesa Leonor?

Del enorme joyero de Doña Sofía, se sabe que la Princesa Leonor heredara la tiara prusiana, confeccionada en platino y diamantes, que fue un regalo otorgado a la Princesa Victoria Luisa en 1913, con motivo de su matrimonio con Ernesto Augusto III. Esta preciada pieza ha sido transmitida a lo largo de las generaciones dentro de la Familia Real.

Fue así como la Reina Sofía la recibió de su madre, la Princesa Federica, quien la heredó en 1937. Curiosamente, la primera en lucirla luego no fue ninguna de sus hijas, sino la Reina Letizia, quien la llevó en su boda con el Rey Felipe. Es por eso que se estima que, en un futuro, la Princesa Leonor podría llevarla el día de su enlace. Lo que se desconoce por el momento es a quién le corresponderá la gargantilla y los pendientes, inspirados en la gota orlada de brillantes, que adorna la tiara.

Entre las joyas que ya ha utilizado la Reina Letizia se pueden mencionar una colección de zafiros, como el broche cometa y un collar convertible en tiara, con pulseras, broches, anillos y pendientes a juego, como así también unos pendientes de diamantes y zafiros, en forma de tres corazones, que ha lucido en la última visita de Estado, en Copenhague.

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