Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Lo único que falta para que Tamara Falcó e Íñigo Onieva puedan estrenar su Ático en Madrid
Apenas un detalle.
Luego de meses de remodelaciones, de trasladar muebles y de hacerle cuanto retoque se imagine, Tamara Falcó ha mostrado al detalle su ático de lujo, en el que tiene previsto formar una familia junto a Íñigo Onieva, aunque todo parece indicar que, aún restan algunos detalles para poder, de una buena vez, consumar la mudanza en Madrid.
Hace unas semanas, la Marquesa de Griñón contó los motivos por los que, todavía, no había tomado la decisión de abandonar la residencia de su madre, pese a haberse casado en julio con Íñigo Onieva.
Fue precisamente en “El Hormiguero” (Antena 3) en donde Tamara Falcó reveló que “la casa es muy moderna, porque es todo acristalado y está hecha para que se te vea desde todos los lados de la casa. Es muy bonita sobre plano, pero quizás para mí no es la mejor de todas”. Estas palabras terminaron por enfurecer al arquitecto Joaquín Torres, que la acusó de no tener idea de lo que estaba hablando, algo que le pasa a menudo a mucha gente, por no decir a la mayoría.
En esta última semana, en vídeos e imágenes que fueron publicadas por “AD”, un medio especializado en arquitectura y diseño, pudimos ver por primera vez la intimidad de cada uno de los rincones de la casa de la socialité, que ha sido la principal y única narradora.
Primero la vimos abrir la puerta, luego mostrar la sala, su cocina y hasta su habitación, pasando por los detalles del mobiliario, la iluminación y, por supuesto, de la decoración.
¿Qué falta para que Tamara Falcó e Íñigo Onieva se muden al ático de lujo?
En diálogo con la revista, Tamara Falcó reconoció que siguió el consejo de su hermana Chábeli, quien “adora comprar casas, vestirlas, vivirlas y luego venderlas, siempre me recomendó comprarme una porque llevo toda la vida de alquiler”.
Según Tamara Falcó, Chábeli le había advertido que “la mejor forma de ahorrar es comprar una vivienda, así que dicho y hecho. Es como tener una hucha, ya que si el dinero se queda en la cuenta tengo tendencia a gastármelo en caprichos en vez de ahorrarlo, ¡que es lo que debería hacer!”.
Pero hubo un detalle que no pasó desapercibido y fue cuando la socialité contó cuáles eran los motivos que dilataban la mudanza a su nuevo nido de amor: “Digan lo que digan, el piso me encanta. Estoy deseando que venga un sacerdote amigo mío a bendecirlo”.
