Reina Letizia
La Reina Letizia deslumbra en Dinamarca con su tiara más emblemática y pendientes heredados de la Reina Sofía
Otra vez se lució.
La primera jornada de la visita de Estado del Rey Felipe y de la Reina Letizia por Dinamarca se cerró con una cena de gala en el palacio de Christiansborg, de Copenhague, ofrecida por la Reina Margarita, en la que la Consorte ha deslumbrado con una emblemática tiara, una de las joyas de la Corona española.
Con más de 200 invitados, la Monarca danesa ha querido homenajear a los Reyes de España, quienes han resaltado los “estrechos lazos de amistad” que unen a las dos Casa Reales.
Por supuesto que el encuentro tuvo discursos del Rey Felipe y de la Reina Margarita, en donde el Monarca español recordó que la Princesa Leonor y el Príncipe Christian de Dinamarca, que hace semanas llegaron a la mayoría de edad, conforman la nueva generación que comandará las Casas Reales de la Europa del futuro.
Pese a que cumplió un rol secundario en el evento, la Reina de España ha vuelto a cautivar con su estilismo y, sobre todo, por las joyas que ha lucido en la ocasión, que son de las más preciadas de la Monarquía española.
La tiara de lis de la Reina Letizia, la más emblemática de su colección de joyas
Enfundada en un vestido en azul marino de corte princesa confeccionado por Felipe Varela, una pieza que ya ha utilizado en otras tres ocasiones, la Reina Letizia lo ha hecho de nuevo y ha dejado a todos rendidos a sus pies.
Sucede que tomando la magnitud de la ceremonia, la Consorte del Rey Felipe ha llevado para la cena de gala en Copenhague su tiara de lis diseñada por Ansorena, la más significativa de la colección española de joyas de pasar.
Recordemos que esa pieza fue un regalo de Alfonso XIII a la Reina Victoria Eugenia y que forma parte de la institución debido a la expresa voluntad de la abuela del Rey Juan Carlos.
¿Cómo es la tiara de lis que lució la Reina Letizia en Copenhague?
La tiara cuenta con tres grandes flores de lis, rodeadas de diamantes y montadas en una base de platino. Es la pieza más significativa de la colección, puesto que representa a la dinastía de los Borbones, por su simbólica flor.
Además de la tiara de lis, la Reina Letizia lució como complemento unos pendientes con zafiros, que ha mostrado antes en otras cenas de gala, que forman parte de la joyería que ha recibido como herencia de la Reina Sofía.
