Los últimos meses de Shakira en Barcelona fueron frenéticos, entre reuniones con abogados, papeleo en tribunales y camiones de mudanza, además del asedio de la prensa, atenta a cada movimiento de la estrella del pop. En búsqueda de una nueva vida, se mudó junto a sus hijos a Miami, sin sospechar que un día iba a tener que huir en un carro de golf, pero de sus fanáticos.

La colombiana dijo hace unos días, desde Sevilla, después de recibir los Latin Grammy, que se iba a enfocar en su carrera y en su familia, dando a entender que el divorcio con Gerard Piqué, además de consumado en la Justicia, era una etapa cerrada.

En una apuesta por su carrera profesional y en un mercado que la adora, Shakira lleva meses radicada en Estados Unidos, en la ciudad más soleada del Estado de Florida, donde aprendió a disfrutar de los espacios junto a sus hijos, que en el frenesí con el que se movió el último año, parecían haber quedado en un segundo plano.

Es así como es habitual ver a Shakira, sobre todo en sus redes sociales, compartir tiempo y actividades con Milan y Sasha, a quienes acompaña a ver partidos de béisbol, a la escuela y a algunas salidas más privadas.

El día que Shakira tuvo que escapar en un carro de golf

Aunque a priori parecería que la cantante encontraría en Miami esa paz que no gozaba en Barcelona, no todo parece ser color de rosa para una estrella de fama internacional y que, luego de la “Session #53” con Bizarrap, ha escalado en la popularidad a niveles insospechados, en todas las franjas etarias.

El pasado fin de semana, Shakira decidió asistir a un partido de fútbol de sus hijos, sin advertir que su presencia podría ocasionar algún revuelo. Ocurrió en el área de Kendall en Miami, y un video se hizo viral con una escena que, además de ocasionar risas, despertó ciertas reflexiones.

Sucede que Shakira tuvo que realizar una rápida escapada cuando los niños que habían asistido al juego se dieron cuenta de su presencia. En el clip, se observa cómo los pequeños corren hacia ella para saludarla, poniendo en peligro su seguridad al aproximarse demasiado al vehículo.

Por eso, con algo de sutileza, Shakira le pidió al conductor del carrito de golf que reduzca la velocidad, permitiéndole lanzarles algunos besos a los pequeños en respuesta a sus gritos de emoción. Con mochilas al hombro y sosteniendo sus teléfonos para conseguir una selfie, se escuchaba a los niños y a sus acompañantes corear su nombre.

En las redes sociales, algunos comentarios pusieron el foco en los pesares por los que debe transitar una estrella como Shakira y en lo complejo que debe ser lidiar con la fama: “Hermano, eso es una locura, amo a Shakira”; “entiendo la reacción de los niños”; “estaba disfrutando el partido de sus hijos en Kendall y la gente no respeta”; “debí haber corrido justo al lado de ese carro para ver a mi artista favorita”, entre otros más.

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