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En Netflix: la verdadera historia de Tonya Harding y el escándalo del siglo
Te hace cuestionar la verdad, la justicia y la moral.
Netflix tiene un amplio catálogo de películas de todos los géneros y para todos los gustos. Sin embargo, hay algunas que destacan por su calidad, su originalidad y su impacto. Una de ellas es I, Tonya, una película que narra la polémica vida de Tonya Harding, una de las mejores patinadoras sobre hielo de la historia, pero también una de las más controvertidas.
I, Tonya es una película que se estrenó en el 2017 y que cuenta con un reparto de lujo. Margot Robbie (El Lobo de Wall Street y Barbie) interpreta a Tonya Harding, una joven que desde niña se dedicó al patinaje sobre hielo con el sueño de llegar a lo más alto. Sebastian Stan (Avengers, Capitán América: el soldado de invierno) da vida a Jeff Gillooly, el esposo de Harding, que la apoyó en su carrera, pero también la maltrató y la involucró en un plan criminal. Allison Janney (Mom, El Ala Oeste de la Casa Blanca) encarna a LaVona Golden, la madre de Harding, una mujer fría, cruel y ambiciosa que sometió a su hija a una dura disciplina y a constantes humillaciones.
La película de Netflix se basa en hechos reales y recrea el escándalo que sacudió al mundo del deporte en 1994. Ese año, Harding y su rival, Nancy Kerrigan, se disputaban el pase a los Juegos Olímpicos de Lillehammer. Sin embargo, poco antes de la competición, Kerrigan fue atacada por un hombre que le golpeó la rodilla con una barra de hierro, dejándola lesionada. El ataque fue orquestado por Gillooly y su guardaespaldas, Shawn Eckhardt (Paul Walter Hauser), con el supuesto conocimiento y consentimiento de Harding.
La movie muestra cómo este hecho cambió para siempre la vida de Harding, que fue juzgada y condenada por su participación en el atentado. A pesar de que ella siempre se declaró inocente y afirmó que solo se enteró después de lo ocurrido, la opinión pública la señaló como culpable y la despreció. Harding fue suspendida de por vida del patinaje sobre hielo y perdió todo lo que había conseguido con tanto esfuerzo.
I, Tonya es una película que no te deja indiferente. Te hace reír, te hace llorar, te hace enfadar y te hace reflexionar. Es una película que te muestra el lado oscuro del patinaje sobre hielo, un deporte que parece tan elegante y glamuroso, pero que esconde una gran presión, una gran competencia y una gran crueldad.
