CARLOS MARÍN
Geraldine Larrosa no descarta terminar en la ruina por la madre de Carlos Marín
La madre y la hermana cargan en su contra.La partida de Carlos Marín sorprendió a todos sus seguidores y familiares. El coronavirus no tuvo piedad con el cantante, quien falleció en un hospital de Inglaterra el pasado 19 de diciembre a los 53 años de edad. Su esposa, Geraldine Larrosa (45 años), quedó devastada y aún no puede creer que el amor de su vida se marchó.
Durante esos días, luego de que los restos del cantante fueron trasladados a Madrid, al tanatorio del parque de San Isidro, Geraldine Larrosa muy afectada y vestida de luto señaló: “Se ha ido mi gran amor, 30 años he estado con él, hemos estado siempre juntos estos últimos dos años”.
Fueron días de una enorme tristeza para la esposa del cantante. Ahora, desde su partida hace un año, esta mujer ha sufrido un calvario con la familia de Carlos Marín por la herencia y el legado que aún no está resuelto.
El cantante de Il Divo en su testamento le dejó a su madre la herencia y a su pareja un piso valorado en 700 mil euros, pero con una deuda de 300 mil. De hecho, la batalla judicial que libra la familia en contra de ella es porque Geraldine Larrosa solicita que la casa se entregue libre de cargas y que sea su suegra quien pague los atrasos y el monto total.
Tanto es así que la hermana del fallecido Il Divo señaló que la esposa de su hermano quiere “arruinar” a su madre con el pedido de esa enorme cantidad de dinero. Además, quiere arrebatar, según ella, los derechos musicales de Carlos Marín.
No la quieren ni en pintura
En una entrevista para la revista “Pronto”, Geraldine Larrosa declaró que aún vive el duelo y que el enfrentamiento con la madre y la hermana de Carlos Marín ha sido innecesario y no tiene razón de ser, ya que el testamento señala que el piso es de ella.
Es muy duro pensar que nunca volveré a verlo. Pero todo lo que está ocurriendo con su madre y su hermana no me deja llevar mi duelo con tranquilidad.
Hasta el día de hoy, Geraldine Larrosa señala que no hay un acuerdo a la vista. La hermana de su difunto marido cargó en contra de ella y la echó de la empresa que había fundado en conjunto la pareja. Ella solo les recuerda que hay un seguro que cubre todas las deudas, incluyendo la de la hipoteca. “Ha llegado a decirme que nos quiere ver a mi hija y a mí viviendo debajo de un puente. Lo de esa señora es humillar por humillar”, declaró.