El reencuentro de Manuel Díaz “El Cordobés” (54 años) y Manuel Benítez (86 años) es uno de los temas más tratados en los platós de televisión. Un abrazo en público que lleva años de lucha en búsqueda de la verdad. Y es que el esposo de Virginia Troconis nunca bajo los brazos se mostró convencido de que este día llegaría y él tendría la oportunidad de ser reconocido como hijo del maestro.

El camino que recorrió el padre de Alba Díaz fue muy complicado, no solo porque se propuso destacarse en el mundo taurino demostrando que disfrutaba sentir la adrenalina de las corridas de toros, sino porque buscaba recuperar la identidad que se le había negado durante años.

Manuel Díaz “El Cordobés” se pone firme

Paloma Barrientos asegura que antes del abrazo de la expareja de Vicky Martín Berrocal y Manuel Benítez en la Universidad de Córdoba, Manuel Díaz puso una condición a su padre para cumplir con este encuentro público, pues este proceso por el que atravesó lo hizo teniendo en claro que su objetivo más grande era dejar el nombre de su progenitora por lo alto.

La palabra de su madre del diestro fue puesta en duda durante muchos años, y lo cierto es que aun con la sentencia firme de la Justicia, Manuel Benítez seguía sin dar el brazo a torcer. Es por ello que ahora que, según Paloma Barrientos, finalmente se daba este encuentro donde quería reivindicar el buen nombre de su madre y darle el reconocimiento que merece.

Manuel Díaz “El Cordobés” hoy vive a pleno su vínculo con su padre, lo disfruta, pero sobre todo con la paz de haber sido muy respetuosos en el proceso, dándole el espacio que merecía y poniendo su paciencia como servicio. Ahora solo espera que tomarse el tiempo necesario para afianzar este lazo.

Manuel Díaz “El Cordobés” refugiado en su finca

Las últimas noticias tienen a Manuel Díaz “El Cordobés” bajo el ojo de la prensa, lo cierto es que el diestro decidió mantener un silencio absoluto, si bien agradece a los mensajes de seguidores y amigos, siente que tiene que poner los pies en la tierra por eso se rodea de sus afectos.