El camino alternativo de la Infanta Elena que sus padres cerraron para siempre

La Infanta Elena estuvo a punto de retar a su padres, que finamente terminaron imponiéndose y le cerraron para siempre el camino alternativo que hubiese preferido tomar para el resto de su vida. Ahora, las consecuencias están a la vista.

Cuenta la periodista Pilar Eyre, en su blog de la revista "Lecturas", que la Infanta Elena nunca tuvo intenciones de casarse con Jaime de Marichalar y, por consiguiente, ese matrimonio estuvo siempre destinado al fracaso, ya que nunca lo quiso y mucho menos sintió atracción por él. 

Si bien millones de personas recuerdan aquella primera boda dentro de la Familia Real, ocurrida el 18 de marzo de 1995 en Sevilla, en su relato Pilar Eyre destaca que la Infanta Elena hubiese preferido quedarse soltera.

Pero eso no es todo, la especialista en las noticias de los Borbón deslizó que la hija mayor del Rey Juan Carlos, debido a su devoción por el cristianismo, "hubiera sido feliz haciéndose monja". 

Fue así que el ictus que sufrió Jaime de Marichalar fue la excusa perfecta para anunciar el "cese de convivencia", algo que venía planeando la Duquesa de Lugo mucho antes de que sucediera, el 13 de noviembre de 2007.

Es tanta la cercanía de la Infanta Elena con la religión, que Eyre sostuvo que desde ese momento jamás volvió a estar con un hombre y que no piensa hacerlo.

"Delante de los ojos de Dios, Elena está casada con Jaime, lo que le impide, dado su acendrado catolicismo, tener relaciones con otro hombre", sentenció la escritora, dejando de manifiesto que la Infanta Elena fue obligada a dar el paso que jamás habría elegido.