Ya no es un secreto, Ana Obregón cuenta toda la verdad sobre su hija

Hace dos semanas, la revista ¡Hola! Publicaba una exclusiva de alto impacto. “Ana Obregón, madre de una niña por gestación subrogada”, rezaba el texto de aquella portada revelando el motivo del viaje a Miami. Ahora, la actriz rompió el silencio para contar la verdad acerca de su bebé. 

La bióloga concedió una entrevista al medio antes mencionado abriendo las puertas de su apartamento donde se está quedando unos días hasta regresar a España. “Esta es la primera vez, desde hace tres años, que vemos a Ana Obregón, de 68 años, sonreír de corazón” comienza el artículo ¡Hola!.

En detalles, explica que la niña se llama “Ana Sandra Lequio Obregón, nacida el 20 de marzo, en un hospital de Miami, tres semanas antes de lo esperado, perfecta de salud y con tres kilos y medio de peso”, y que es “muy buena, comilona, dormilona y tranquila”. 

Ana Obregón y Alessandro Lequio, finalmente le cumplieron el deseo póstumo a su hijo: “Esta niña no es mi hija, sino mi nieta. Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe, para que sepa quién es y lo orgullosa que tiene que estar de él”. 

Ante las especulaciones y los fuertes rumores sobre su maternidad a los 68 años, la guionista confesó que su decisión de comenzar con el proceso de gestación subrogada, la tomó "el día que mi niño se fue al cielo. Ese mismo día. Lo que la gente no sabe es que esta fue la última voluntad de Aless: la de traer un hijo suyo al mundo. Y así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer. Esto se llama ‘testamento ológrafo’ y se produce cuando una persona, ante dos testigos, expresa sus últimos deseos, aunque, por las circunstancias que sean, el notario no pueda estar presente en ese momento. Pero este documento existe y es legal”, subrayó Ana Obregón.  

La actriz explicó que los médicos le recomendaron a su hijo guardar el esperma por si los medicamentos le afectan en el futuro. “Estas muestras estaban conservadas en Estados Unidos. Aquel día estábamos en el hospital; Aless ya estaba muy mal y nos dijo que, si algo le ocurría, quería que supiéramos que él quería dejar descendencia en esta vida. Aunque ya no estuviera. Desde ese momento, lo único que me ha permitido seguir viviendo cada día, cada segundo, es cumplir la misión de traer al mundo a una hija de Aless”, mencionó rememorando aquel entonces.