El matrimonio del Rey Felipe y de la Reina Letizia cumple 19 años, en los que, además del tiempo, ha pasado por todo tipo de contratiempos, que pusieron en jaque a la pareja, que a pesar de todo se mantiene estoica al frente de la Zarzuela y de la institución.

Casados desde 2004, el Rey Felipe y la Reina Letizia han transitado por múltiples estados, en donde han primado las relaciones familiares, los cuestionamientos de la prensa y la conformación de una familia, que hoy sostiene la Corona española y prepara a la futura Reina. 

 Pero para llegar hasta aquí, la Consorte ha tenido que superar la resistencia del Rey Juan Carlos y de la Reina Sofía, quienes no la veían como la compañera adecuada para el Rey Felipe, que hizo oídos sordos y siguió hacia adelante.

Nadie discute que el Rey Felipe y la Reina Letizia se casaron enamoradísimos el uno con el otro, pero ni bien ella puso un pie en el Palacio, fue presa de críticas descarnadas por parte de los medios. Algunos sospechan que se trataba de virar la atención hacia otro lado, puesto que ya comenzaban a surgir algunos de los inconvenientes que llevaron a la abdicación del Rey Juan Carlos. 

En el medio, la Reina Letizia comenzó con un cordón sanitario hacia la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, quienes eran demasiado cercanos del Rey Felipe. Esto le generó algunas disputas con el Monarca, que con la investigación del caso Nóos terminó por darle la razón a su esposa y puso fin a los años dorados de los exDuques de Palma en la Zarzuela. 

Más tarde sería el turno de despegarse de la administración del Rey Juan Carlos, que cuestionado por sus manejos poco claros de las finanzas de la Corona, debió dejarle el trono a su hijo. Aquí también el tiempo le dio la razón a la madre de la Princesa de Asturias y el Emérito armó las valijas para radicarse, por tiempo indefinido, en Abu Dabi. 

El Rey Felipe y la Reina Letizia, una pareja a prueba de todo

Sin las infidelidades que opacaron todo el reinado del Emérito en el centro de la discusión, las diferencias de la Reina Letizia con la familia Borbón fueron las espinas con las que tuvo que lidiar el matrimonio que compuso junto al Rey Felipe, que en sus primeros años se abocó a la crianza de la Princesa Leonor y de la Infanta Sofía.

Pero una vez que el Monarca asumió el trono, en 2014, la figura de la Reina Letizia cambió radicalmente la mirada de los medios, que desde un principio le achacaron su delgadez y su supuesto mal carácter y frialdad.

De repente, la Reina Letizia se volvió la nueva estrella de la Zarzuela, que cautiva con sus estilismos, su carisma para atraer a las nuevas generaciones y su solvencia para desenvolverse en cada aparición pública. 

Sin embargo, en este último tiempo las decisiones sobre el futuro de la Princesa Leonor volvieron a hacer temblar los cimientos de la feliz pareja. La decisión de  la Zarzuela y Defensa de someter a la heredera a una larga y dura instrucción militar le cayó a la Reina Letizia más pesada que un plato de cocido, al que tuvo que digerir a pesar de su resistencia.

Cuentan que las discusiones entre los Reyes de España escalaron hasta dimensiones insospechadas, con portazos y gritos que se escucharon en diferentes ambientes del Palacio. Pero finalmente, la Reina Letizia tuvo que ceder y, poco a poco, comenzar a entender que su hija ya no le pertenece y que es propiedad de la institución.

Ahora la pareja se enfrenta a una nueva etapa, no por ello menos terrenal, pero que aterra a todas las familias, sean Reales o de carne y hueso: el nido vacío.

Con la Infanta Sofía a punto de emprender dos años de internado en el UWC Atlantic College de Gales y la Princesa Leonor en las academias miliares, los pasillos de la Zarzuela quedarán vacíos. Habrá que ver cómo lidian con todo esto el Rey Felipe y la Reina Letizia, puesto que habrá vacíos que no se llenarán con facilidad.