Para Lola Herrera la vida estuvo marcada por depresiones y una compleja relación sentimental, que se entremezclaron con una  prolífera y exitosa carrera profesional, que tuvo su eclosión de la mano de Daniel Dicenta. De esto y mucho más, la actriz habló en “La matemática del espejo” (La 2).

"No he aprendido del todo a decir que no y me ha costado mucho por el camino. Pero en la vida hay que seguir adelante y aprender”, reconoció Lola Herrera, que hizo de su profesión ese refugio para olvidar todos sus pesares.

La actriz, que está a días de cumplir los 88 años, aprovechó la entrevista junto a Carlos del Amor, para recordar  "Función de Noche", el filme que, en 1981, protagonizó con Daniel Dicenta y que marcó un quiebre, en todo sentido.

Aunque llevaban 14 años divorciados, la actriz y el actor asumieron el protagonismo en la película dirigida por Josefina Molina, que terminó siendo icónica en el cine español. “Fue el resultado de una depresión, de cuando empecé a hacer Cinco horas con Mario. No supe verbalizarlo y se lo conté a Josefina. Ella me dijo que eso era lo que quería hacer, hablar de las mujeres de mi generación”.

El matrimonio entre Lola Herrera y Daniel Dicenta, que duró siete años, fue devorado por los conflictos y las infidelidades, por lo que el dolor de toda esa relación quedó expuesto en la película.

“Era la necesidad de gritar. No es valor, es que te ahogas y tienes la necesidad de gritar”, reconoció la actriz que hizo del teatro un espacio para escapar de sus dramas personales.

El dolor de Lola Herrera y su recuerdo para Daniel Dicenta

Con el paso del tiempo, Lola Herrera supo que esa conversación honesta sobre los conflictos emocionales que marcaron la relación fueron su vía de escape, para reiniciar una etapa de su vida. Pero es consciente de todo lo que esto generó para Daniel Dicenta.

“No viviré lo suficiente para agradecer a Daniel que estuviera allí porque yo no supe calibrar lo que eso fue para él y lo pasó muy mal hasta el final de su vida”, aseguró la nacida en Valladolid, que también expresó que “no podíamos hablar, solo pudimos a través de esa función”.