El largo historial colonial de España dejó un enorme legado para la numismática, que entre sus piezas más codiciadas hay una serie de monedas acuñadas durante el Renacimiento. Entre ellas se destaca el Excelente, que es reconocida como una de las más cotizadas del mundo.

Acuñado en el siglo XV en el cierre de la Edad Media, el Excelente era una moneda de oro que se empleó durante el reinado de los Reyes Católicos.

Con la unión dinástica de Castilla y Aragón, luego del matrimonio de Isabel I y Fernando II, conocidos como los Reyes Católicos (1474-1504); comenzó un proceso que llevaría a la transformación de los reinos medievales para convertirse en Estado único.

En ese momento, la moneda cumplió un rol modernizador y se instauró para darle mayor fortaleza a la monarquía. Los cambios más sustanciales se produjeron con la creación de una moneda que sobrepasó las fronteras: el Excelente.

¿Por qué se llamaban Excelentes?

Su denominación se debe a que a partir de 1497, el Excelente adoptó el patrón del ducado veneciano, abriendo la Corona de Castilla a los circuitos internacionales en alza.

Gracias al oro conseguido en América, el Excelente contaba con altísima calidad y se pudo producir de manera masiva. Estas monedas fueron de gran prestigio, las cuales llegaron a utilizarse en el comercio europeo y en las rutas hacia Oriente.

Fueron tan exitosos que se siguieron acuñando después de las muertes de la Reina Isabel y el Rey Fernando. La intención era sostener la confianza ganada de los mercados.

El Excelente también sirvió para demostrar una verdadera unión entre las dos Coronas, ya que en una de sus caras quedaron grabados los Reyes junto a las armas de todos los reinos y bajo la protección divina, simbolizada por el águila de San Juan.

De enorme valor histórico, hay pocas piezas de Excelente en buen estado y en la numismática son muy preciadas, por lo que una de estas monedas puede llegar a cotizarse por encima de los 600.000 euros.