El pasado domingo, en el All England de Londres, Carlos Alcaraz ha escrito otra página de oro en su corto pero rico historial en el tenis mundial al alzar por primera vez el trofeo del Abierto de Wimbledon, el mítico Grand Slam que se juega sobre césped, en el Reino Unido. En las gradas, testigo de otro triunfo histórico, estuvo el Rey Felipe, aunque sin la compañía de la Reina Letizia.  

El partido fue por demás vibrante, con más de cuatro horas de juego en el court central, en donde el tenista español le dio la primera derrota a Novak Djokovic en más de cinco años, además de convertirse en el más joven que jamás ha levantado ese trofeo. 

Como en su anterior Grand Slam ganado, Carlos Alcaraz recordó y agradeció la presencia del Monarca en el estadio y, viendo que no le fue nada mal, hasta se atrevió a invitarlo a sus próximos juegos. Pero ni rastros de la Consorte.

Claro que no ha dejado de ser llamativa la ausencia de Reina Letizia, que al ser domingo y no tener nada asignado en la agenda, muchos pensaron que podría haber acompañado al Rey Felipe, incluso junto a la Princesa Leonor y a la Infanta Sofía.

Pero se sabe que la Reina Letizia no suele ser muy aficionada a los deportes. Son muy escasas las veces que se la recuerda siguiendo un encuentro de fútbol o de tenis, y ni qué hablar de los eventos de tauromaquia, a donde no se la ve desde hace más de una década.

¿Por qué la Reina Letizia no fue a la final de Wimbledon con el Rey Felipe?

Aunque no hubo una información oficial desde Casa Real, se intuye que la Reina Letizia prefirió quedarse en Madrid y dejar que el Rey Felipe disfrute de un encuentro al que sí le apetecía asistir.

Está más que claro que a Doña Letizia el tenis mucho no le cuadra. Una de las pocas veces que se la pudo ver en un court fue precisamente hace 15 años, en la consagración de Rafa Nadal, que aprovechó para saludar a los Reyes de España ni bien se abrazó a la victoria, en otro hecho que ha quedado para la historia.