El momento más esperado: los puntos más álgidos en la entrevista de Ana Rosa Quintana a Pedro Sánchez

La entrevista de Ana Rosa Quintana a Pedro Sánchez generó varios momentos de tensión. El presidente del Gobierno llegó a Telecinco con una sonrisa, pero esta fue desvaneciéndose a medida que la periodista le hacía preguntas incisivas.

Pedro Sánchez se defendió constantemente de los planteos de la presentadora utilizando frases como "permítame elaborar mi argumento", "déjeme acabar" o "esa es su opinión". Hacía cuatro años que Ana Rosa Quintana y el líder del PSOE no se encontraban en un plató y, durante la entrevista, se produjeron varios enfrentamientos destacados entre ellos.

El presidente del Gobierno insistió, como ha hecho desde el inicio de la precampaña, en la "orientación conservadora" de la mayoría de los medios de comunicación y en la supuesta "desproporción" entre estas líneas editoriales y la realidad española.

"Hay una absoluta desproporción en las aproximaciones y en los debates conservadores", ha aseverado Sánchez. "Un 90% dijo el otro día. ¿De verdad, presidente? ¿De verdad? Que la gente ve la tele, escucha la radio... ¿Un 90%?", reveló la periodista.

Sin dudar, Pedro Sánchez retrucó: "Y me quedo corto, me quedo corto. Dicen que soy un obseso del Falcon, soy un soberbio, soy un prepotente, soy un golpista y la barbaridad de que soy un filoetarra". "Si yo le contara, presidente. [Han dicho] que yo soy racista, xenófoba, fascista", enumeró Ana Rosa Quintana.

"Pero usted tiene un plató, tiene un programa de televisión en el que puede responder", respondió Pedro Sánchez. "Y usted lo ha tenido siempre que ha querido", con estas palabras, Ana Rosa ha hecho referencia a todas las propuestas de entrevista desestimadas por Sánchez a lo largo de estos años.

Más tarde, Ana Rosa Quintana le entregó todos los editoriales que había realizado en su programa sobre Pedro Sánchez y le pidió a alguien de su equipo que los revisara para verificar si había algún insulto o mentira.

La presentadora no dio tregua al presidente y, a los pocos minutos, le preguntó: "¿Cuántas veces puede cambiar de opinión en temas fundamentales?". Hacía referencia a los pactos del Gobierno con Bildu y Esquerra, así como al nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general. "A la gente le sorprende tanto cambio", aseveró.

Pedro Sánchez se ha quejado de "toda esa retahíla". Ana Rosa Quintana ha respondido: "Tengo más. Usted nunca jamás iba a quitar la sedición, usted nunca iba a modificar la malversación".

El debate continuó con los pactos con Bildu, momento en el que Sánchez reprochó a la presentadora que esa era "su opinión, no los hechos", a lo que ella contestó: "No opino, es la realidad", y mencionó la reforma laboral y la Ley de Memoria como ejemplos.

El presidente del Gobierno afirmó que lo importante de los pactos era "para qué se hacen, no con quién", y justificó los "acuerdos puntuales" con fuerzas como Bildu, porque han permitido lograr avances sociales.

Otro tema abordado en la entrevista fue el cambio de postura del Gobierno con respecto al Sáhara. Ana Rosa Quintana preguntó qué había sucedido para que el Gobierno cambiara unilateralmente su política respecto al Sáhara y a Marruecos, relacionándolo con el hackeo del teléfono móvil de Sánchez y preguntando si había alguna conexión.

"Le agradezco de corazón esa pregunta", respondió Pedro Sánchez para acusar a algunos medios conservadores de vincular el cambio de postura a la supuesta red de narcotráfico de su esposa en Marruecos. Luego destacó su honestidad: "Hoy no tienen nada contra mí. ¿Sabe por qué? Porque soy un político limpio. No perfecto, pero sí limpio".

El último tema abordado en la entrevista fueron las elecciones que se celebrarían el 23 de julio y las encuestas. Pedro Sánchez afirmó: "No existe el monopolio del acierto y del error". Ana Rosa Quintana replicó rápidamente: "Bueno, pero hay empresas que aciertan más que otras".

El presidente continuó su discurso argumentando que las encuestas "no son transparentes". Mencionó a algunas que consideraba fiables, como el CIS, el grupo Prisa y eldiario.es, pero opinó que "otras empresas de encuestas te dan el plato cocinado", utilizando la metáfora de una comida cuyos ingredientes son desconocidos.