En el Palacio de la Zarzuela, ha comenzado una nueva etapa para el Rey Felipe y la Reina Letizia. Hace dos semanas, despidieron a la Princesa Leonor y ahora le ha tocado el turno a la Infanta Sofía, quien ha empacado sus pertenencias para continuar sus estudios en Gales.

Tal como estaba previsto desde hace meses, la Infanta Sofía viajó hacia la capital galesa para incorporarse al grupo de nuevos estudiantes. Durante los próximos dos años, completará el bachillerato internacional en el UWC Atlantic College, siguiendo los pasos de su hermana mayor, quien se graduó con honores en mayo pasado.

Con apenas 16 años, la menor de las hijas del Rey Felipe ya está en el internado de Cardiff. Antes de emprender camino hacia el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, compartió una sesión de fotos junto a sus padres, en la cual revelaron uno de los secretos mejor guardados de la Familia Real española.

Así fue la tierna despedida de la Infanta Sofìa en Zarzuela

Acompañada por el Rey Felipe y la Reina Letizia, la Infanta Sofía se mostró feliz y distendida durante el posado para el equipo de prensa de Casa Real, que luego se encargó de la difusión de las imágenes mediante la cuenta en la red social X.

En las fotografías de la despedida en las puertas de la residencia de los Monarcas, la Infanta de España se ha mostrado junto a Jan, un perro de raza labrador negro con el que ha compartido muchos de los años de su corta vida.

Entre juegos y caricias, la Infanta Sofía pasó los últimos minutos junto a Jan jugando con un disco. La Familia Real siempre tuvo muy buena conexión con los perros y, en ocasiones anteriores, ya habían presentado a Sara, una perra de la misma raza pero de color marrón, que el Rey Felipe y la Reina Letizia le habían regalado a la Princesa Leonor en 2015.

A lo largo de su infancia y adolescencia, el Rey Felipe y las Infantas Elena y Cristina crecieron acompañados por diferentes mascotas, en una relación incentivada por el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, quienes también son amantes de los perros.

Todos recuerdan la importancia que tuvieron Balú, un fox terrier, y Pushkin, un Schnauzer, en la vida del Monarca, así como el pastor alemán Arky y un Shih Tzu llamado Bobby, las mascotas de los miembros de la familia Borbón.