Sevilla rinde un emotivo y masivo último adiós a María Jiménez en su capilla ardiente

“Con profunda tristeza y dolor en nuestros corazones, despedimos hoy a María Jiménez, mujer amada y respetada por su compromiso inquebrantable con su familia, amigos y admiradores”, fue el comunicado con el que Alejandro, hijo de María Jiménez, anunció esta mañana el fallecimiento de la cantante.

La voz de María Jiménez se apagó a los 73 años, luego de llevar un tiempo enferma. Había sido internada el martes, en un hospital de su Sevilla, donde se le rindió homenaje como a una de sus más grandes artistas.

Para cumplir uno de sus últimos deseos, los restos de la cantante serán paseados en un coche de caballos por el barrio de Triana, en donde creció, para que sus seguidores puedan despedirse de ella. La capilla ardiente se instaló en el salón apeadero del ayuntamiento de la capital hispalense.

Luego de conocerse su deceso, sus restos fueron llevados al tanatorio de la S30, en Sevilla, hasta donde llegaron amigos y familiares, para acompañar a su hijo y a los hermanos de la sevillana. 

A las 12 del viernes, el cuerpo de María Jiménez llegará en un coche de caballos hasta la parroquia de Santa Ana, donde se ofrecerá una misa a su memoria. Luego, en el mismo coche, será depositada en el cementerio de su ciudad.

Carlos Herrera ha sido uno de los primeros rostros conocidos en llegar a la capilla ardiente para recordar a una "vieja amiga", de la que sostuvo que "siempre abrió su corazón de manera generosa. Era una artista tremebunda. Y artista en todo lo que hacía, lo que cantaba, lo que bailaba y cómo te mostraba su cariño. Era un volcán. Se va una mujer excepcional".