Salud mental: ¿por qué necesitamos hacer una pausa en nuestra vida?

Vivimos en un mundo acelerado, donde parece que no hay tiempo para nada. Estamos obsesionados con el hacer, con llenar nuestras agendas de actividades, incluso en vacaciones. Nos cuesta soltar la rutina y conectarnos con el presente. Escuchamos los audios a toda velocidad, salimos a correr con pódcast, miramos el celular constantemente, nos distraemos con las redes sociales cuando estamos con otras personas. No disfrutamos del encuentro humano ni de nuestra propia atención, pensamientos, elecciones y emociones.

¿Qué pasaría si nos detuviéramos un momento? ¿Si nos aburriéramos, descansáramos, nos silenciáramos y nos contactáramos con nosotros mismos? ¿Si dejáramos de hacer para ser, de producir para vivir, de lograr para sentir? La pausa es una elección personal, aunque a veces nos sea impuesta. La pausa es un regalo que nos hacemos, un espacio de conexión y de quietud física, salud mental y emocional.

La pausa nos ayuda a:

-Frenar el piloto automático y tomar conciencia de lo que hacemos.

-Registrarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno, y entender cómo nos sentimos.

-Pensar antes de actuar y responder con inteligencia, evitando las reacciones impulsivas.

-Descansar y reponer energía.

-Ir más despacio y tener más claridad mental.

-Cuestionar nuestras prioridades y repensar nuestros objetivos.

-Conocer nuestros factores estresores y gestionarlos mejor.

-Explorar nuevas posibilidades y oportunidades.

-Ser más creativos e inspiradores.

-Cuestionar el impacto de nuestras acciones y ser más responsables.

La pausa es sagrada, porque en ella se encuentran muchas respuestas. La pausa es humana, porque nos permite ser más conscientes y felices. La pausa es necesaria, porque nos equilibra y nos armoniza.

Te invito a reflexionar: ¿qué quieres que te pase en tu vida? ¿Dónde, cómo y cuándo puedes hacer más pausas? Una vida sin estas no es saludable para nadie y afecta a cómo nos sentimos y nos relacionamos con los demás. Recuerda que somos lo que le prestamos atención y que nuestra atención va donde van nuestras emociones y energía. Aprende a frenar, no eres una máquina. Haz una pausa y verás cómo cambia tu vida.