Salvo excepciones muy puntuales, toda la humanidad aspira a encontrar el amor. Siempre se dice que el amor es el idioma universal y eso significa que, a pesar de las diferencias culturales que nos separan, todos estamos hermanados por la misma búsqueda. Sin embargo, no todos lo hacemos del mismo modo, y este artículo dedicado al horóscopo chino pretende desvelar cómo se comportan algunos signos.

Cerdo (1947, 1971, 1983, 1995, 2007, 2019)

Quienes se identifican con este animal del horóscopo chino suelen ser personas tímidas e introvertidas, que le temen a abrirse por completo. Sin embargo, cuando logran entrar en confianza, son tremendamente serviciales y bondadosas con la persona que aman. Son espontáneos, optimistas y muy tolerantes. Tienen mucha paciencia y sentido del humor, aunque no es menos cierto que tienden a la inseguridad y a la necesidad constante de que les recuerden cuán amados son.

Buey (1949, 1961, 1973, 1985, 1997 y 2009)

En la comparativa con el Cerdo, este elemento del horóscopo chino también se caracteriza por la timidez. Sin embargo, son muy celosos y posesivos, rasgos que les dificultan el ejercicio de encontrar un amor verdadero. Son muy apasionados y les encanta seducir, pero siempre a la persona con la que están comprometidos. Valoran la lealtad y esperan que la persona que aman les responda del mismo modo.

Conejo (1951, 1963, 1975, 1987 y 1999)

Quienes hayan nacido en el año del Conejo son personas que jamás se limitan a la hora de demostrar amor. Son cálidos y no le temen a las demostraciones de afecto en público. De vez en cuando también pecan de narcisistas y sus actitudes pueden ser interpretadas como frívolas y poco comprometidas, ya que siempre evitan las situaciones incómodas. Sin embargo, todos esos rasgos negativos desaparecen cuando experimentan el amor verdadero.

Cabra (1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003 y 2015)

Las Cabras son el animal de todo el horóscopo chino que más atenciones necesita. La persona interesada en ellas deberá hacer de todo para lograr que la mire con intenciones románticas. Suelen llorar muy fácilmente y, aunque se ilusionan con facilidad, les cuesta mucho trabajo experimentar la sensación de amor profundo por su constante insatisfacción. Cuando lo consiguen, no hay amor más puro que el de ellos.