REINA LETIZIA
La Reina Letizia palidece ante la sencillez de Máxima de Holanda: la peor comparación hasta la fecha
Si algo no soporta la Soberana es ser la contracara de la Consorte más carismática de toda Europa.Definitivamente no hay que ser un gran fanático de la realeza para entender que aunque cada una de las casas reinantes europeas albergan la misma expectativa de inamovilidad y permanencia en el tiempo, tienen distinta historicidad y personajes, si algo claramente las distingue, es su capacidad para humanizarse y descender del pedestal. Para medios como 'El Nacional' el ejemplo de los reyes Guillermo y especialmente Máxima de Holanda, es el más adecuado para comparar con las formas del Rey Felipe y la Reina Letizia en su proceder que a todas vistas, no solo necesita una gestión renovada y trasparente sino otra bajada de línea en la que se muestren más abiertos y cercanos al común de la población.
Esto viene a cuento, gracias a una de las últimas apariciones de la consorte holandesa, quién actualmente se encuentra en el país africano de Tanzania, mientras que nuestros representantes se encuentran en la vecina Alemania y sus respectivas situaciones distan del cielo a la tierra. Solamente basta con poner a cada lado sus respectivas llegadas a las naciones objetivo para entender lo que a una Consorte le falta y a la otra le sobra.
Lo que en España es un sacrilegio estilístico, Máxima lo hace con gracia y su naturalidad cabe en cualquier situación, especialmente en vuelos de largas horas donde el desgaste priva cualquier intento de glamour. ¿Cómo ha descendido la simpática Monarca del país neerlandés a suelo foráneo? Pues al natural, sin maquillaje (o quizás solo un poquito para disimular el cansancio), un traje sencillo y cómodo para sobrevivir el vuelo y por supuesto, para más comodidad la combinación más inesperada en sus pies: mocasines y medias. En el caso de la Reina Letizia, probablemente sería en sus días de escuela la última vez que se animó a llevar algo similar.
Y no es que su par argentina no sea de las que no disfrute ostentar y presumir joyas y vestidos de diseñador, porque si de algo no carece Máxima de Holanda es de excusas para sacar a pasear las joyas más increíbles de las arcas reales junto con las prendas más coloridas y le da igual si es una cena de Estado o una visita a una granja, la artillería pesada siempre la acompaña a diferencia de la Reina Letizia que suele prescindir de las alhajas más valiosas y los vestidos más imponentes, para usar piezas low cost y aún así no logra capitalizar todas las simpatías y las preferencias.
Para el medio citado, no se trata del "brilli brilli" sino de la esencia. Aunque ambas mujeres son amantes de la moda y cada una juega un rol crucial en sus respectivas posiciones, la neerlandesa destaca como ninguna gracias a su espontaneidad y sonrisa cautivadora, excelente humor y su disposición a salir del protocolo para bailar, cantar, reírse a carcajadas o conmoverse a punto de lágrima. El día en que la Reina Letizia permita que todos vean su lado más humano y menos encorsetado, será cuando sus mensajes y discursos brillen más que todo lo que lleva puesto.