El hermetismo se ha apoderado de las vidas de Ana Soria y de Enrique Ponce. Luego de atravesar meses de mucha exposición mediática en los que ambos empezaban a posicionarse como influencers, desaparecieron totalmente del radar de la prensa. Todo parece indicar que ese es el método que han escogido para mantener su relación a flote teniendo en cuenta que nadie apostaba por ellos cuando empezaron a salir.

La diferencia de edad y de estilos de vida era el principal elemento en contra de la pareja. Ana es una estudiante de derecho que tan solo tiene 24 años, mientras que el torero tiene 50 y una vida hecha. No obstante, a la vista está que han logrado armonizar a la perfección sus diferencias ya que funcionan como un perfecto complemento. Tan bien están juntos que hasta se rumorea que en el 2023 podrían pasar por el altar.

A diferencia de otras celebrities, Ana Soria y su chico no han dado señales de cuál ha sido su plan de Navidad. No hay certezas en relación a si han estado juntos o no y tampoco se conoce qué harán el 31 de diciembre, pero Ana sí ha dado señales en otro sentido, en uno que quizás es mucho más profundo y que podría indicar que tiene intenciones de cerrar etapas para abrirse a nuevos comienzos.

Ana Soria ya no es la que era

Tal como puede apreciarse en las imágenes que ella misma ha colgado en su cuenta oficia de Instagram, Ana Soria ha teñido su cabello a un tono más oscuro. Ya no lleva el tono rubio que la caracterizaba y, aunque no debe haber tenido en cuenta la opinión de Enrique Ponce para emprender el cambio, a esta altura él ya debe haberle hecho comentarios al respecto. A menudo se dice que quien cambia de look en realidad está dando el puntapié a un cambio más profundo y este podría ser el caso.

2023, por favor sé bueno.

Las fotografías adjuntas son las que Ana Soria compartió con su fiel comunidad de seguidores. Su intención era mostrar el “antes y después” y aprovechó la oportunidad para lanzar al aire un concreto deseo de fin de año que escribió en inglés. Espera que la temporada entrante sea buena y, aunque no lo plasmó en palabras, seguramente también espera que el nuevo año la siga encontrando acompañada del exmarido de Paloma Cuevas.

De herencia taurina

Enrique Ponce es un torero retirado y ganadero de origen valenciano. Rafael Ponce Navarro Rafaelillo fue su tío abuelo y de él heredó la pasión por la tauromaquia. Es considerado uno de los mejores de los últimos tiempos.