La salud de José Ortega Cano pende de un hilo y nadie puede negarlo porque es evidente. Los dramas familiares lo han afectado en todos los sentidos y el recuerdo de Rocío Jurado no hace más que incrementar su melancolía. Por suerte no son todos varapalos y, aunque jamás lo hubiese imaginado, tiene a Diego Arrabal de su lado.

Diego Arrabal ya no es parte de la tertulia televisiva, pero sigue con su vocación periodística desde su canal de YouTube. Desde allí carga sin resquemor contra todos los que alguna vez fueron sus compañeros de plató, especialmente contra los que están alineados con Rocío Carrasco. Esa decisión por defecto lo deja del lado de José Ortega Cano.

En los últimos episodios de su serie documental Rociíto viene asegurando que el diestro no estuvo a la altura de las circunstancias cuando Rocío Jurado se internó en Houston para recibir tratamiento. Según ella, había que estar más pendiente de José que de su madre porque ya había comenzado a tener problemas con la bebida y preocupaba a todos. Sobre eso ha aportado material Diego Arrabal.

Las fotos con las que Diego Arrabal intenta proteger a José Ortega Cano

Diego Arrabal ha mostrado una serie de fotografías en las que José Ortega Cano luce abatido y desesperanzado, sentimientos lógicos si recordamos que entonces Rocío Jurado, el gran amor de su vida, batallaba entre la vida y la muerte. Desde su perspectiva, la actitud del padre de Gloria Camila no era de generar problemas, sino más bien la de no saber qué hacer para ayudar.

Estaba roto, agarrado a la verja, mirando al infinito.

El testimonio de Diego Arrabal rivaliza con el de Rocío Carrasco. Sin embargo, él podría considerarse una palabra autorizada ya que estuvo en Houston mucho tiempo justamente para mantenernos informados sobre la salud de Rocío Jurado. No sabemos cuál de las dos versiones es la real, pero queda claro que el marido de Ana María Aldón no está tan solo.

José Ortega Cano, el hombre que conoció el ocaso tras la partida de Rocío Jurado

José Ortega Cano fue una figura de la tauromaquia entre 1980 y 1990. Hoy su salud está deteriorada producto de los gajes del oficio y del golpe emocional que para él significó el fallecimiento de Rocío Jurado.