La inminente mudanza de Tamara Falcó e Íñigo Onieva al ático que ella compró hace poco más de dos años ha levantado polvaderal mediático, luego de que se conociera que llevaba meses de obras porque no estaba a gusto con la decoración. Esto provocó la reacción del arquitecto Joaquín Torres, que demoró en salir a defender su trabajo y a poner en duda la idoneidad de su clienta. Pero tanta tensión parece haber quedado de lado, después de la mediación de Isabel Preysler y, ambas partes, firmaron la paz.

Ocurre que cuando en junio de 2022 Tamara Falcó recibió las llaves de su nuevo hogar todo parecía color de rosas. La vivienda, que cuando la Marquesa de Griñón la compró aún estaba en construcción no le cuadró demasiado.

Pese a que el ático está valuado en 1,5 millones de euros, Tamara Falcó prácticamente lo ha dado vuelta, con el ingreso de nuevos decoradores y hasta encargados en paisajismo, ya que buscó mejorar la intimidad de las terrazas, para preservar su familia de los paparazzis.

Algunos de los motivos que esgrimió Tamara Falcó fue que la vivienda no tenía tanto espacio en su terraza y que era demasiado “moderna” y “muy bonita sobre plano”, que reconoció que no hizo la elección correcta.

El arquitecto Joaquín Torres no pudo ocultar su disconformidad con las declaraciones de Tamara Falcó y, pese a que aclaraba que no había problemas con las críticas, aprovechó para recomendarle que, si no le gustaba su casa, la vendiera. El descargo no estuvo exento de cierta molestia ya que explicó que para comprender el ático era necesario “un criterio estético” y que “esta niña no lo tiene”.

“En su día era todo muy bonito porque decía que veía la casa de mamá. Ahora ya no le gusta tanto porque resulta que la ven a ella”, exclamó Joaquín Torres, que de inmediato recibió una respuesta de parte de Tamara Falcó, vía Instagram: “feliz de construir un hogar con Íñigo (Onieva) y hacerlo con todo el apoyo y el equipo de Kronos”.

¿Qué hizo Isabel Preysler para reconciliar a Tamara Falcó y a Joaquín Torres?

Según comentó el propio Joaquín Torres, coincidió con Isabel Preysler en el Tanatorio de la Paz, cuando ambos fueron a darle el último adiós a Fernando Fernández Tapias. “Se me ha acercado. Hemos hablado, ella me ha pedido perdón”, expuso el arquitecto, que aclaró que la madre de Tamara Falcó fue “todo corrección”.

Para demostrar que la discusión forma parte del pasado, el arquitecto reconoció que lo sucedido a Tamara Falcó era completamente normal y aprovechó para agradecer la "generosidad" de la influencer y la de su madre: “la cosa está zanjada y más que zanjada”.

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