Enrique Iglesias no se presentó en la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, pero este fue su gesto

Tamara Falcó se casó finalmente con Íñigo Onieva este fin de semana pasado. Rodeada de su gente y de momentos únicos, la ausencia de Enrique Iglesias, fue lo único que podemos presumir que la entristeció. No obstante, según ha comentado la propia Marquesa, ha recibido una llamada y un presente de parte de su hermano para no dejar pasar la ocasión. 

Lejos de quedar ahí, la boda de la aristócrata ha develado varias cosas. En primer lugar, que la relación entre ella y el artista parece que no ser la mejor. De hecho, Tamara Falcó afirmó para la revista ¡HOLA!, que no entendía por qué su hermano no podía acudir a su boda. Sin embargo, a pesar de no entender sus motivos, aceptó y respetó su decisión. 

Desde Vanitatis hablaron con Tamara Falcó y consultaron qué pasó después de la boda. Ella, sin rencor alguno, respondió: "Hablamos por teléfono y recibí unas flores preciosas. Estoy contenta".

Dejando de lado la ausencia del cantante, otra cosa que también se comentó, es la poca relación amistosa que tendrían las consuegras. Según se pudo saber, no se hablaron durante los tres días festivos, ya que no son amigas, y claro que tampoco tienen la obligación de serlo.

Como explicó Dani Carande en la 'Crónica rosa' de Es Radio, la madre de Enrique Iglesias y Carolina Molas "se han visto tres veces. Y una de ellas en la cena de la petición organizada por Isabel Preysler en su casa. Apareció una hora después y la hermana, Ana, media hora más tarde”. La impuntualidad es una constante en la vida de la 'reina de corazones'.