Análisis del lenguaje corporal de Ana Rosa Quintana y Pedro Sánchez en la entrevista realizada el martes

Se acerca la fecha de las elecciones generales del 23 de julio y los políticos están intensificando sus apariciones públicas para dar a conocer sus propuestas y obtener el mayor número de votos posible. Una de las entrevistas más esperadas ha sido la de Ana Rosa Quintana a Pedro Sánchez.

Como se sabe, la periodista no es su mayor admiradora. De hecho, en los últimos días, Ana Rosa Quintana ha realizado varias declaraciones sobre Pedro Sánchez y su presencia en los medios, siendo una de las voces más críticas contra su gobierno.

Como era de esperar, Ana Rosa Quintana no se lo ha puesto fácil. No solo ha interrumpido al presidente en algunas de sus respuestas, sino que también ha cambiado de tema entre preguntas, lo que ha dificultado que los espectadores sigan el hilo de la conversación, como se ha comentado en las redes sociales.

Desde el principio, se notaba que no iba a ser una entrevista aburrida. Para analizar todos los detalles más sutiles, aquellos imperceptibles para la mayoría, Infobae España ha consultado a Sonia El Hakim, experta en comunicación no verbal y presidenta de la Asociación Española de Comunicación No Verbal. 

El análisis de El Hakim revela que, desde los primeros minutos del encuentro, Ana Rosa Quintana mostró una actitud representativa durante toda la entrevista. Según la experta, la comunicadora se veía nerviosa, incómoda y tensa, y esto se manifestó en varios gestos y actitudes, como bloqueos visuales, alejarse de Sánchez echándose hacia atrás y ponerse las manos en la rodilla como una barrera. Además, lanzó suspiros. No salió como ella esperaba.

“Hizo varios bloqueos visuales, se alejaba de él echándose hacia atrás y se ponía las manos en la rodilla a modo de barrera, además lanzó suspiros. No salieron las cosas como ella quería”, ha asegurado Sonia El Hakim, quien agregó: “Ana Rosa estaba tratando de ganar un debate, pues parecía eso más que una entrevista. Le echó en cara un montón de cosas y veía que no estaba siendo, al final, capaz de ganar”.

Por otro lado, la experta explica que Pedro Sánchez lanzó los mismos mensajes que ha transmitido en otras entrevistas, utilizando las mismas palabras y expresiones, pero esto jugó a su favor, ya que mostró confianza y seguridad: "Era Pedro Sánchez en todo su esplendor, muy comunicativo. Es un político que tiene una capacidad de oratoria importante. Yo siempre le he recriminado la falta de naturalidad, pero en esta ocasión estaba más relajado". También destaca que habló a un ritmo medio alto, lo que se asocia con credibilidad.

Los dos protagonistas de la entrevista tuvieron ritmos diferentes. Mientras Ana Rosa Quintana lanzaba una pregunta tras otra, el presidente quería explicarse antes de pasar a la siguiente cuestión. "Pedro Sánchez usó varios gestos reguladores para conservar el turno de palabra. Lo dijo verbalmente, pero también extendiendo las manos hacia ella, como parándola de una forma amable y sutil", precisó Sonia El Hakim.