Pese a sus esfuerzos por mantenerse alejada de los flashes, nada de lo que sucede en la vida de Charlène de Mónaco pasa desapercibido para los medios especializados en la Realeza, que esta semana aseguraron que la Princesa abandonó el Principado y que hasta habría puesto un inusual requisito para ver al Príncipe Alberto.

Envueltos desde siempre en mantos de dudas sobre el tipo de relación que mantienen, Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto han sostenido, a duras penas, un matrimonio durante 12 años, del que nacieron el Príncipe Jacques y la Princesa Gabriella. 

Las constantes idas y vueltas de la pareja, sumadas a la sorpresiva desaparición durante la pandemia, en la que supuestamente la Princesa de Mónaco padeció una extraña infección de oído que le impidió regresar desde Sudáfrica, pusieron en duda la estabilidad del matrimonio Real monegasco.

El inusual requisito de Charlène de Mónaco para sus encuentros con el Príncipe Alberto

Desde el diario “New York Post” publicaron esta semana que Charlène de Mónaco ya no reside en Mónaco, sino más bien en Suiza, por lo que solamente mantiene encuentros con el Príncipe Alberto si es "con cita previa".

Citando fuentes francesas y alemana, el periódico neoyorkino contó que la Consorte de Mónaco pasó las vacaciones de verano de junto a su familia, paseando en yate por el archipiélago de Los Sanguinarios.

Pero, al parecer, luego de ese viaje en el que se mostraron felices y unidos, como siempre, Charlène de Mónaco no habría regresado al Principado porque está viviendo "en el extranjero".

Mientras tanto, para seguir abonando esta teoría, el semanario francés “Voici” sostuvo que la relación del matrimonio Grimaldi habría cambiado en los últimos tiempos y que siguen muy unidos "por el bien de sus hijos".