A veces se arrepiente
Así fue el día en el que Rozalén rechazó sin modestia a Alejandro Sanz
El músico nunca lo había contado.
Ayer fue una noche de muchas sorpresas y emociones en el programa conducido por Pablo Motos, "El Hormiguero". En el plató se encontraba de visita Rozalén, quien fue con su tan ansiado Premio Goya. La cantante ganó la estatuilla por tener la mejor canción original: "Que no, que no". Es el tema principal de la película de Iciar Bollaín "La boda de Rosa".
"Me falta llevarlo en una mochila para enseñárselo a todo el mundo porque no me lo puedo creer. Ayer estaba aún contestando mensajes y es que me parece tan surrealista esto", confesaba la artista al presentador televisivo. No obstante no fue la única confesión, pues también decidió hablar de Alejandro Sanz.
Es que la cantautora le ganó al compositor español, quien, de acuerdo a sus dichos, fue el padrino de su carrera y el que la impulsó a continuar: "Esto no ha sido ganarle a nadie. Yo pensaba que se lo iba a ganar él. Es verdad que cuando dijo en la alfombra roja 'se lo merece Rozalén' pensé que cabía la posibilidad de que me lo llevara, pero no me lo puedo creer. Se ha portado tan bien conmigo, así que este premio lo quiero celebrar con él".
No solo eso iba a contar de Alejandro Sanz, por el contrario, al parecer tienen un pasado en común con muchas anécdotas de por medio que dejaron sorprendida a más de una persona en Antena 3 y, por supuesto, a todos los televidentes que se encontraban a la expectativa de sus confesiones.
Es que la artista rechazó el ofrecimiento de Alejandro Sanz para cenar juntos: "Una vez tenía que ir a cenar con él. Yo había puesto una lavadora por la mañana y cuando me dijo que me quedara a cenar le dije que no, que tenía que tender la ropa, yo entré en colapso, porque cuando soy muy fan de la gente la lío parda", destacó un tanto arrepentida.
La de Albacete también se encargó de contar todo aquello que se le cruzaba por la cabeza en ese momento, pues, según ella, fue un error rechazar la invitación de Alejandro Sanz. Lo cierto es que al día siguiente viajaba a México y lo más importante siempre fue su carrera: "Me dije: eres idiota. Tienes la oportunidad de cenar con una persona que admiras, pero se me metió la lavadora en la cabeza, me puse nerviosa y me fui".
