Pilar Eyre (71 años) cuenta con dos especialidades en el mundo del periodismo. Por un lado, conoce como nadie los entresijos de la Monarquía. Por el otro, es la comunicadora con más información de los personajes ilustres de la tertulia. En ese sentido, Isabel Preysler (71 años) es una de las figuras a las que no le pierde pisada y cada vez que tiene oportunidad, saca a relucir algún dato sobre su intimidad.

Ahora mismo la madre de Tamara Falcó está soltera, pero de muy buen ánimo. El idilio con Mario Vargas Llosa se rompió y nadie sabe muy bien por qué, aunque en el aire está la sensación de que entre ellos no ha quedado tan buena energía como la que sí hubo entre la socialité y todas sus parejas anteriores. Sobre eso ha hablado Pilar.

Pilar Eyre debe ser una de las pocas comunicadoras que ha conseguido hablar directamente con la exmujer de Julio Iglesias. Isabel la conoce y la reconoce, lo cual la convierte en una absoluta palabra autorizada. En las últimas horas, ha publicado un artículo para la revista “Lecturas” y allí expuso detalles de la vida amorosa de la empresaria, que seguramente muchos lectores desconocen.

Pilar Eyre da a conocer los secretos mejor guardados de Isabel Preysler

Según escribió Pilar Eyre en su columna habitual, Isabel Preysler ha sostenido económicamente a todos sus amores. Eso lo dijo ella misma en uno de los encuentros con la barcelonesa, cuando le preguntó qué opinaba de que la llamaran “caza recompensas”. La reacción de “la reina de corazones” fue de risa, ya que en realidad habría sido ella quien aportó más en términos económicos, pese a que sus enamorados siempre tuvieron muy buen pasar.

¡Por Dios, si soy más rica que mis maridos!

La nacida en Filipinas fue todavía más específica con su declaración y dio detalles de por qué decía lo que decía: Julio recién estaba había empezado a dar sus primeros pasos en la música cuando se casaron, a Carlos Falcó ella misma tuvo que prestarle dinero para que salvara algunas de sus propiedades y Miguel Boyer no había aportado más que un cuadro para decorar la casa que compartían. Isabel era muy consciente de lo que valía y no permitía que nadie lo dudara. Sin lugar a dudas, ese aspecto de la personalidad aún se mantiene intacto en ella.

No necesita hacer nada para trascender

Isabel Preysler es su propia marca. No acostumbra a presentarse ante los medios, pero igualmente todo el mundo sigue sus pasos. Sigue activa en el mundo empresarial mediante su marca de cosméticos.