La Reina Letizia sigue sumando éxitos en su periplo por Alemania y ha logrado concentrar toda la atención mediática en estos últimos dos días, desde su llegada junto al Rey Felipe. Dos vestidos de estreno, salones de tacón alto contraindicados, una sonrisa ganadora y una agenda ajetreada es el saldo que hasta ahora la Monarca lleva en su haber, pero, además, está a punto de anotarse otros tantos puntos a su favor gracias a una decisión muy favorecedora que acompaña sus destacados estilismos y que no va acorde a lo que usualmente suele elegir.

Sabemos de plano que la Reina Letizia se apropió del estilo minimalista en joyas y la verdad, es un giro que concatena con la filosofía de austeridad y practicidad que intenta implementar Casa Real como misión y visión, y que en el caso particular de la Soberana le permite relegar muchas de las más increíbles prendas del joyero real a muy contadas y puntuales reapariciones anuales y escoger en su lugar piezas más discretas, fáciles de llevar e incluso de bajo costo para el día a día. Una decisión verdaderamente elogiada por la prensa internacional desde los tiempos de pandemia en 2020.

Pero en esta última visita al país centroeuropeo, la Reina Letizia ha apostado por ir en sentido contrario y no dudó en presumir unos misteriosos pendientes que aunque estrenó en 2017, nunca se supo cuál fue la casa joyera que los confeccionó o cómo los adquirió y a pesar de que Casa Real en aquel momento intentó calmar las aguas y explicar que estos hermosos ejemplares ya los tenía la Consorte "desde hace tiempo y son de su propiedad", la polémica resurge nuevamente tras su decisión de volver a usarlos.

Un origen colmado de misterio

Los mismos, en forma de cascada e intercalados entre líneas de diamantes con piezas sueltas de rubíes han sido objeto de algunas teorías sueltas que buscan dar con su origen  y quizás la más cercana y probable, sea que la Reina Letizia los haya recibido como un regalo directamente desde Arabia Saudita, pues justamente ese mismo año, meses antes de su primera aparición, el Rey Felipe había viajado a este país árabe y conociendo la onerosa costumbre que tiene la familia real de agasajar a sus invitados con un gran despliegue de lujos y joyas que evidencien su poder económico y sus dotes como grandes anfitriones, es posible que entre los "gestos" de sus pares foráneos, haya estado presente este singular par de pendientes extraordinarios.

De modo que aunque este tema permanece siendo una gran incógnita, la Reina Letizia no ha dudado en darles una segunda oportunidad, y además de eso, aprovechó para combinarlos con una hermosa pulsera floral, también con rubíes como principales elementos en su confección, que también destacan bajo la misma aura misteriosa de las primeras joyas. No trasciende la casa joyera responsable por esta magnífica creación.