Quién es la otra Borbón y la única en la que puede confiar la Reina Letizia con los ojos cerrados

Tristemente la relación familiar entre la Reina Letizia y sus cuñadas las infantas Elena y Cristina está muy lejos de recomponerse, más por falta de voluntad entre ambas fuerzas que incluso por motivos meramente institucionales e incluso, la posición de la Consorte en este sentido ha sido tan radical, que ha prescindido de algunos nexos que mantuvo en común por años con las Borbón, pero actualmente hay una sola mujer capaz de mantener su vínculo intacto con ambas facciones antagónicas y tanto la Consorte como las hijas de los reyes eméritos encuentran en ella a una excelente amiga en quien confiar plenamente.

Se trata de Cristina de Borbón Dos Sicilias, hija del Infante Don Carlos  quien junto a su esposo Pedro López-Quesada, son amigos íntimos de la actual pareja real, pero la aristócrata es quien se lleva el mayor mérito de toda la familia, al tener un excelente trato con sus primas, Elena y Cristina especialmente, pues forma parte de su círculo más cerrado de amigos, y aunque son ampliamente conocidas en los distintos círculos sociales del país, decir que se es íntimo de alguna de ellas, es decir mucho.

Aunque compartir escenario con la Reina Letizia y sus cuñadas en sana armonía es un éxito para Cristina de Borbón Dos Sicilias, no es la única pues otra de la familia que se ha logrado colar en este circuito es María Zurita, la sobrina favorita del Rey Juan Carlos e hija de la siempre amable Infanta Margarita.

Sin embargo, no es poco común ver a la prima política y a la Reina Letizia ir de salidas al cine o en eventos como la última función en el Teatro Real a la que asistieron tanto los reyes como Cristina y su esposo Pedro, y mientras la Soberana deslumbraba a todos con su escote vertiginoso de espalda, la  pareja aristocrática pasaba discreta y sonriente por la alfombra roja pero entre la confidencialidad familiar, la buena sintonía siempre está presente

En realidad, la clave de Cristina para poder mantener las buenas relaciones con las fragmentadas partes del cuadro familiar, fue mantenerse completamente distanciada del drama y de las subjetividades. Ni siquiera los escándalos del Caso Nóos la apartaron del Rey Felipe y la Reina Letizia o de la Infanta Cristina, quien se vio gravemente perjudicada por esta penosa situación pública. Siendo así, la probada lealtad de la primísima con la familia real le ha garantizado un sitial de honor que le permite congraciarse con todas las partes del conflicto sin ofender a otros clanes. Verdadera diplomacia a prueba de Borbones.