Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Tamara Falcó compartió en "El Hormiguero" la fobia de Íñigo Onieva
La Marquesa de Griñón no es ajena a compartir anécdotas íntimas de su vida familiar, y esta no fue la única que sorprendió a la audiencia.
Tamara Falcó sorprendió a todos en una reciente aparición en "El Hormiguero", el programa de Pablo Motos, cuando compartió una peculiar confesión acerca de su esposo, Íñigo Onieva.
Durante una animada conversación en el programa de Antena 3, que contó con la participación de Juan de Val, Cristina Pardo y Nuria Roca entre otros tertulianos, se discutía un video viral en el que una mujer tenía una fuerte reacción al ver a su novio afeitado por primera vez, llegando a decirle que no le gustaba su nuevo aspecto.
Fue en ese momento cuando Pablo Motos formuló una pregunta a los tertulianos: ¿qué aspecto de sus parejas no soportaban? La mayoría de las confesiones se centraron en cuestiones relacionadas con cortes de cabello y recortes de barba, especialmente por parte de las colaboradoras.
Todo parecía bastante convencional hasta que Tamara Falcó reveló un detalle sobre su relación: "A Íñigo no le gustan los aros". Mientras tocaba los aros que llevaba puestos en ese momento, la hija de Isabel Preysler continuó: "Tiene como una especie de fobia. Cuando me los pongo me dice: ‘¡qué horror!’".
Tamara Falcó no es ajena a compartir anécdotas íntimas de su vida familiar, y esta no fue la única que sorprendió a la audiencia. La Marquesa de Griñón es conocida por su transparencia con los medios y su disposición a compartir anécdotas y secretos personales, muchas de las cuales han sorprendido por su naturaleza privada.
Durante el mismo programa, Tamara Falcó compartió una historia relacionada con su madre y su hermana, Ana Boyer, que dejó al público asombrado. A pesar de la imagen idílica que la familia Preysler ha proyectado en público, se ha sabido que han disfrutado de lujosos viajes a destinos exóticos.
Tamara Falcó también reveló que durante un viaje familiar a Marbella, cuando ella y su hermana eran niñas, su madre tenía una forma especial de mantenerlas entretenidas si se volvían demasiado inquietas. Durante ese viaje, ocurrió un incidente inusual con su hermana. "Para que no molestásemos al resto en el avión mi madre nos daba unas gotitas. Una vez, viajamos a Marbella y, cuando nos íbamos a bajar del tren, no había forma de despertar a Ana", confesó.
Como resultado, la niña estaba profundamente dormida. Esta revelación de Tamara Falcó ha arrojado luz sobre una anécdota sorprendente y ha puesto la atención en la familia de Isabel Preysler.
